25/11/16

ideales

PD4: Me ha encantado esto. Esto sí que es una buena forma de trasmitir a los hijos unos buenos ideales:

Las cuatro ideas que me gustaría trasmitir a mis hijos son:

+ Vive una vida de servicio. Nunca dejes de servir. A todos. En primer lugar a Dios, y para servirle a Él sirve muy especialmente a tu cónyuge y a tus hijos (si alguna vez los tienes), pero sirve también a todo aquel que se acerque a ti (aunque viva a miles de kilómetros).

+ Vive de manera entregada. Nunca dejes de entregarte. A todos. En primer lugar a Dios, y para entregarte a Él entrégate de manera total a tu cónyuge y a tus hijos (si alguna vez los tienes), pero entrégate también a todos los demás. Y entrégate en todo lo que hagas, en tu trabajo, en tu familia, en tu diversión, en tu día a día. ¡Hasta al dormir debes procurar entregarte!.

Por no dejar cabos sueltos diré que aunque entregarse y servir pudieran ser considerados por algunas personas como sinónimos creo que no siempre podemos servir, pero sí entregarnos. Hay ocasiones en que ese es nuestro mejor y quizás único servicio. Entregarnos para que los demás puedan servir. Puede llegar incluso el momento en que nuestra entrega no sea voluntaria, pero aun así podremos ser el vehículo que permitirá que los demás cumplan con su labor de servidores.

+ Vive con respeto. En primer lugar a ti mismo. Procura siempre actuar de acuerdo a tus creencias y a tus valores. Si no lo haces no solo te será difícil a ti respetarte, también lo será para los demás.

Y no pienses nunca eso de “¿sabe usted con quién está hablando?”. Eso solo lo puede pensar quien cree que hay personas más dignas que otras. Si te crees más digno que cualquier otro, tendrás que admitir que habría quien pudiera ser más digno que tú. Todos somos igual de dignos. TODOS. Todos somos hijos de Dios. Todos hijos de María. No hay mayor dignidad posible.

+ Vive siempre luchando por tu libertad. ¡Nunca olvides la libertad!. Eso significa que debes mantener una lucha constante contra todo aquello que la limite. A veces tendrás deseos que serán tu mayor enemigo. Muchas veces desearás aquello que te esclavizaría. Recuerda que solo el que es capaz decir ¡NO!, puede mantener su libertad.

Rechaza el pensamiento único, eso que se llama lo “políticamente correcto”, una de las formas más extendidas hoy de esclavitud. Esa expresión esconde la imposición de la mentira en la sociedad. Tú se siempre crítico, en primer lugar contigo mismo, con tus actos y tus omisiones, y después con los demás, pero intenta ser siempre tan indulgente con los demás como lo debes ser contigo.

Pero recuerda siempre que la libertad es el anverso de la responsabilidad. Si no asumes tus responsabilidades, si huyes de ellas, no aspires nunca a ser libre.

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