30/10/15

los hijos y el dinero

PD1: Hay que enseñarles a los hijos el valor del dinero, lo que cuesta ganarlo. Hay que alejarles de los caprichos, grandes (esos regalos demasiado caros en navidades) y pequeños, ese dinero despilfarrado en chuches… Pero tienen que saber lo que hay también y ver, en los padres, el ejemplo de austeridad, de vivir con moderación por mucho que se tenga… Sin un buen ejemplo paterno, no se enseña nada bueno, sino todo lo malo…

Siete claves para no malcriar a un hijo en relación con el dinero

¿Cuánto ganas? ¿Somos ricos? ¿Somos pobres? ¿Por qué no me puedes comprar tal o cual cosa si nos lo podemos permitir? Muchos padres estarán al corriente de este tipo de preguntas. Desde muy temprana edad los hijos se cuestionan sobre todo aquello relacionado con el dinero. Lo hacen muy a menudo. Más de lo que los mayores imaginan.

Algunos padres tienen reparos a la hora de dar una respuesta a estas preguntas. Piensan que si se habla demasiado de dinero criarán a niños avariciosos que demandarán más y más y se convertirán en personas avariciosas. Para el columnista de la sección de dinero del diario neoyorquino The New York Times, Ron Lieber, se trata de hacer todo lo contrario.

En su libro The Opposite of Spoiled: Raising Kids Who Are Grounded, Generous, and Smart About Money (Lo opuesto a malcriar. Cómo educar a los hijos para que tengan los pies en la tierra, sean generosos y listos con el dinero) Lieber explica que precisamente enseñar a los niños cómo funciona el dinero es lo mejor para no malcriarlos en este aspecto, algo parecido a lo que explicamos en el blog de VidaCaixa acerca de cómo en la televisión pública catalana se enseñaba a los más pequeños conceptos básicos de economía. La idea que subyace en las páginas del texto de Lieber es que la habitual inquietud de los padres acerca del dinero les impide educar a hijos financieramente responsables, como se explica en la reseña del libro en el propio The New York Times.

Lieber señala que, en su opinión, “generosidad, curiosidad, paciencia y perseverancia son atributos que se pueden enseñar a los hijos mediante el uso del dinero”. Considera el autor que hoy en día este tipo de lecciones cobran todavía mayor importancia debido a la mayor influencia de las redes sociales en los más pequeños.

Lieber considera, por ejemplo, que Instagram es “realmente dañino” para los más pequeños porque “ejerce una enorme presión de grupo” en ellos al mostrar estilos de vida y conductas poco edificantes (en determinados casos). Además, el columnista del Timesseñala que los más pequeños hoy se enfrentan a un futuro con mayores presiones financieras que los adultos, tales como el ahorro para su jubilación o el pago de su propio seguro de salud, con lo que este tipo de enseñanzas se hacen todavía más cruciales.

En un artículo de la revista Forbes, Lieber propone siete claves acerca de cómo utilizar el dinero para criar hijos financieramente inteligentes.

1.- Utilizar una paga como una herramienta de enseñanza

Lieber aboga por dar una asignación a los más pequeños independientemente de la realización de una tarea doméstica. También indica que, además de la paga, que deberá ser bien gestionada o se le penalizará -cambiando la contraseña del wifi de casa, por ejemplo-, puede ganar un dinero extra realizando otras tareas, como limpiar el coche al abuelo, trabajo por el que puede recibir un bonus.

2.- Dividir la asignación en tres frascos: dar, ahorrar y gastar

En forma de tarros, se trata del primer presupuesto del niño y debe aprender a gestionarlo con modestia, austeridad, prudencia y paciencia. Algunos estudios sugieren que el fomento de la paciencia durante la infancia se asocia a mejores resultados financieros en la edad adulta. Lieber también propone el pago de intereses o de “incentivos fiscales” a los pequeños que ahorren adecuadamente.

3.- Permitir que tomen sus propias decisiones de gasto

Cometerán errores, como es obvio, pero educar a un hijo para que tome decisiones adecuadas financieramente requiere que se le proporcione un cierto grado de autonomía. Una de las propuestas de Lieber es probar que el niño gestione un presupuesto de año escolar (nueve meses) y ver cómo se desenvuelve.

4.- Enseñar qué se entiende por querer y por necesitar

Cada familia deberá aplicar en este punto su hoja de ruta. Eso sí, hay que definir adecuadamente y establecer los límites de qué es cada cosa y por qué.

5.- Involucrarles en las decisiones solidarias

Cuando en una familia parte del dinero se asigne a solidaridad es conveniente que los hijos aporten su granito de arena y den su opinión al respecto.

6.- Enseñar la importancia del trabajo

No pasa nada porque un niño trabaje. Hay muchos padres preocupados por que si su hijo tiene un pequeño empleo no está estudiando y aumentado su currículum de cara a la universidad. Lieber recuerda que este tipo de trabajos cuentan con una alta correlación con mejores promedios académicos, siempre y cuando no excedan las 15 horas semanales.

7.- Mostrar gratitud

Dar las gracias, así de sencillo. Según Lieber, es un concepto que parece pasado de moda y muy de película estadounidense pero en el fondo mostrar gratitud ayuda a que los más pequeños se centren en lo que se tiene y no en lo que no se tiene.

29/10/15

vivir en armonía

PD1: La importancia de vivir en armonía conyugal

El matrimonio, y la familia de manera especial, es una escuela de amor, porque la convivencia diaria obliga a acoger a los demás con respeto, diálogo, comprensión, tolerancia y paciencia.

La armonía conyugal se logra cuando la pareja, al vivir el amor, “se supera a sí misma” y armoniza sus cualidades en una unión sólida profunda. Cuando esto ocurre, cada uno se enriquece con las cualidades del otro. Se da entonces una especie de “transfusión de dones” entre ambos. Pero para eso es necesario que la pareja llegue a la unidad, superando las falsedad, la inmadurez, la mentira, la infidelidad. Que nada los divida: mentiras, peleas, odios…

Es lamentable que entre muchas parejas, con el pasar del tiempo, y con la rutina del día a día, la atención al otro, y peor aún, el respeto, se van acabando. No tiene lógica, por ejemplo, que uno ofenda al otro con palabras pesadas y que provocan resentimientos; no tiene cabida que el marido hable mal de la esposa con los demás, criticándola con terceros. Esto también es infidelidad. Esto no sucede solamente en el campo sexual.

Por otro lado, es necesario estar atentos para que la atención y el cariño al otro no se apaguen. Es importante mantener encendida la llama del deseo de agradar al otro. Es en los detalles donde muchas veces se manifiesta: ¿Cuál es la ropa que a ella le gusta que me ponga? ¿Qué corte de pelo le gusta a él? ¿Cuál es la moda que le gusta? ¿Cuál es la comida que le gusta? ¿Cuáles son los muebles que prefiere? ¿Cuál es el coche que más le gusta? ¿Cuál es el pasatiempo que le gusta? En fin, la preocupación de alegrar al otro, sin caer en la exageración, está claro, es lo que mantiene la comunión.

Esto no quiere decir que el amor conyugal deba ser un “egoísmo a dos”. Como diría Exupéry, “amar no es mirarse el uno al otro, sino es que ambos miren en la misma dirección”. Esto es, la pareja no puede detenerse en sí misma, tiene grandes tareas delante: los hijos, la ayuda a los demás, la vida en la Iglesia, etc. Es importante mirar en la misma dirección y caminar juntos.

Para que la armonía se de en la vida de la pareja, cada día, deberá rechazar todo lo que pueda desunirla: peleas y palabras ofensivas, comparaciones con la vida y actitudes de otros matrimonios, malentendidos con la familia del cónyuge, envidia y celos del otro, malentendidos en el uso del dinero, reclamos, negatividad, apego exagerado a los padres, mal humor, meterse con el otro, en fin, todo lo que amargue la relación.

Para que la armonía se de es necesario conocer al otro. Cada uno de nosotros es un misterio insondable, único e irrepetible. Somos individuos. Cada uno de nosotros es insustituible y eso muestra lo importantes que somos para Dios. Cuando nos casamos, recibimos al otro de la manos de Dios y la familia, como un regalo único, singular, sin igual y que debe, por lo tanto, ser cuidado con el máximo cuidado para siempre.

Es fundamental para la vida de la pareja que cada uno conozca la historia del otro: su vida, su pasado, la realidad familiar, de dónde viene, etc., para poder comprenderlo, ayudarlo, amarlo, perdonarlo. Nadie ama a quien no conoce.

Todo nuestro pasado permanece vivo dentro de nosotros, y lo llevamos al matrimonio. Para que el otro me comprenda, necesita conocer mi pasado, la historia de mi vida. En ello radica la importancia de revelarle al otro ese “misterio” que somos, de manera clara y auténtica, sin falsedades ni mentiras.

Un misterio sólo puede conocerse si es revelado. Por lo tanto, cada uno necesita “revelarse”, con toda sinceridad y autenticidad, para que el otro lo conozca. Aunque esa práctica haya comenzado en el noviazgo, no debe cesar en la vida de la pareja. Siempre es tiempo de conocer al otro cada vez más, para descubrir sus riquezas.

Aquí entra la importancia del diálogo en la vida de la pareja. Algunas dificultades la descolocan y la pareja tiene que estar atenta a eso. Para algunos es la falta de hábito en el diálogo, no están acostumbrados a él. Por otro lado es necesario vencer tanto mutismo, o no hablar, así como el hablar de más, al punto de anular al otro.

Normalmente el hombre espera de la mujer que sea caprichosa, con él y con la casa, que cuide de su apariencia y lo estimule en sus actividades. La mujer, por su parte, espera comprensión, seguridad, atención a sus cualidades, afecto, romance, elogio, cariño y también estímulo para su realización. Las diferencias personales no son los obstáculos a la armonía conyugal, al contrario, la comunión de la pareja se arraiga en la complementariedad natural que existe entre el hombre y la mujer y crece en el intercambio de las riquezas de cada uno.

“Si quieres ser tratado como rey, entonces trata a tu esposa como reina”. Podemos decir que una pareja armónica es una pareja madura. ¿Qué es ser maduro? Es ser plenamente hombre o mujer.

28/10/15

no criticar, no enjuiciar

PD1: Lo que nos mata, la crítica al prójimo: somos unos criticones que enjuiciamos a todas horas…

Que las malas palabras no salgan de nuestra boca; que lo que digamos sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que nos oyen.

Debemos quitarnos la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Debemos ser buenos, comprensivos, perdonándonos unos a otros.

27/10/15

reírse de uno mismo

PD4: En este mundo de siesos que vivimos, qué actual es: “Dichosos los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse”, que decía Santo Tomás Moro. Alegría, alegría, que si no te ríes de ti mismo, es que eres un memo o engreído…

26/10/15

me he cabreado...

PD1: Hoy me he cabreado al ver la cantidad de coches descomunales que andan por ahí. La gente en vez de gastarse el dinero en cosas mejores, en tener más hijos, en ayudar a los demás, se compran unos cochazos para fardar, provocando envidia a la gente, generando esa necesidad de imitar que tenemos todos. Me tendré que confesar de envidia…, y rogaré para que otros no les pase como a mí, y que los que se compran esos cochazos sean misericordiosos con los demás.
Hoy me he cabreado también al ver la Misa del domingo llena de gente, sobre todo, gente mayor, jubilados… Me he cabreado porque no suelo verlos en la Misa de diario. ¿Dónde están? ¿Se conforman con ir solo a Misa el domingo, con la cantidad de tiempo que tienen libre? Ya sabes que a partir de cierta edad, la gente tiene más fe porque ve el final más cerca… Pero, ¿por qué van sólo el domingo? ¡Qué poco, qué pena!
Y me he cabreado porque los no tan mayores, esa generación de padres de 30 a 65 años, tengan tan poca predisposición a ir a Misa también. Dejaron de ir un día, y ya no volvieron más. No saben lo que se pierden. Tenemos que rogar por ellos para que les vuelva la fe, y no se contenten con ser consumistas de cochazos solamente. ¡Ay que caprichitos más caros, vanitas vanitatis…!

23/10/15

poco cristianismo...

PD6: “Aquí no tenemos mucho islam, sino poco cristianismo”, ha dicho Ángela Merkel.
¿Te imaginas a Rajoy diciendo esto? ¿Te imaginas que lo pudiera decir otro político español? ¡Qué pena no ser alemán, ya sé a quién votaría! Y sí, totalmente de acuerdo con doña Angela, hay que leer la Biblia todos los días…

22/10/15

21/10/15

¿qué tal tenemos la autoestima?

PD2: Es una cuestión de mejorar nuestra autoestima, de tener más confianza en uno mismo… Ver video de 3 minutos, donde nos cuentan 3 trucos que debemos hacer.

20/10/15

soberbia y humildad

PD1: Podremos encontrar en el Cielo todos los vicios y pecados, menos la soberbia, puesto que el soberbio no reconoce nunca su pecado y no se deja perdonar por un Dios que ama hasta el punto de morir por nosotros.

Y en el infierno podremos encontrar todas las virtudes, menos la humildad, pues el humilde se conoce tal como es y sabe muy bien que sin la gracia de Dios no puede dejar de ofenderlo, así como tampoco puede corresponder a su Bondad.

19/10/15

la alegría no es solo reirse

PD3: Alegría, esperanza. Qué bueno es este proverbio chino: "Ningún hombre puede impedir que el pájaro oscuro de la tristeza vuele sobre su cabeza, pero lo que sí puede impedir es que anide". Se pierde la esperanza cuando se pierde la fe. Es la esperanza, la fortaleza de saber que la vida dura mucho más que 85 años, que la vida es para siempre. Alegría de saber y creer en la vida eterna…

15/10/15

aprender a decir NO a los hijos

PD5: El trastorno de nuestra generación no es la de los hijos, sino la de sus padres. Por comodidad y desidia, hemos formado pequeños monstruos. El fracaso de un padre comienza el día en que, por comodidad, no le dice un NO necesario a un hijo. El egoísmo paterno convierte a los hijos en víctimas de sus caprichos.

14/10/15

ofrecer el trabajo diario

PD4: ¡Qué poco les gusta trabajar a muchos!
Es terrorífico, qué aburrimiento… Hay que poner los talentos a currar, que para eso los tenemos. Hay que trabajar bien, con esfuerzo, que nos deje cansados, agotados…, y acordarse de ofrecerlo. Si lo ofreces a Dios es como si estuvieras rezando todo el día. Es la satisfacción del deber cumplido, sabiendo que tus horas de trabajo, profesional y en casa, son horas de oración por otros.

13/10/15

¿A qué esperamos?

PD5: El Reino de Dios es como un banquete. Él nos invita y nosotros nos excusamos porque andamos ocupados, con nuestras cosas. Él nos dio la libertad para quererle o no, para seguirle o no… Nosotros somos los convidados. Si no acudimos al banquete, si no acudimos ahora, no cuando seamos viejos, o cuando nos pete, ¿no le estaremos despreciando? No importa, nos sigue esperando con toda la paciencia del mundo… Nos sigue invitando a su banquete, a su fiesta…, espera nuestra conversión. Quiere que le queramos… Nos deja la pelota en nuestro campo para que decidamos si chutamos ahora o esperamos a otro momento.

9/10/15

sobreprotección

PD1: ¿Sobreprotegemos a nuestros hijos? Ni lo dudes. Ayer en el parque acompañando a mi hija aluciné con lo que vimos. La mayoría de las madres tenían, de media, entre 35 y 40 años, con un hijo único que protegían y perseguían… Mi hija con 26 años y dos hijos era un bicho raro ahí. Esa tardía maternidad, donde sólo se tiene un hijo, provoca desazón en las madres que los sobreprotegen no vaya a ser que se les rompa…

Y esa excesiva protección no es solo cuando son niños de 2 años, dura muchos años más, hasta que los hijos, hartos de tantos mimos y de padres que vuelcan sus deseos en ellos, se rebelan en la adolescencia:

Dejadles crecer

Todos los padres quieren a sus hijos, pero no todos los saben querer. A veces los sobreprotegemos y no les dejamos crecer. Sin darnos cuenta convertimos nuestro amor a los hijos en un proteccionismo excesivo y, entonces, los agobiamos, no les dejamos tomar sus propias decisiones ni equivocarse, ponemos freno a su desarrollo personal y hacemos de ellos unos inmaduros consentidos.

Queremos lo mejor para nuestros hijos, y quizá aquí esté el error. No se trata tanto de querer lo mejor, sino su bien. Se dice que lo mejor es enemigo de lo bueno y en este caso se suele cumplir, porque “lo mejor” acostumbra a ser lo mejor para nosotros, no para ellos: comprarle un helado a un niño que monta una rabieta en plena calle puede ser “lo mejor” para evitar problemas, pero no es bueno para su educación. El camino fácil no es siempre el mejor camino. Lo fácil es, por ejemplo, hacerles la cama: ganamos tiempo y no tenemos que enseñarles a hacerla ni pelearnos con ellos, pero a la larga los estaremos convirtiendo en unos comodones.

En general, ponemos demasiado corazón y poca cabeza. Cargamos el amor de excesivo sentimentalismo y lo convertimos en cariño. Es el cariño el que hace ciego al amor. Y muchos hijos resultan “víctimas” del amor ciego de sus padres: comienzan aprovechándose de sus privilegios y acaban reclamando más exigencia y menos proteccionismo. Sabemos que tienen que pasar por malos tragos y que sólo así aprenderán a superarlos, pero no queremos verles sufrir porque, en el fondo, no queremos sufrir nosotros.

El proteccionismo de los padres no deja crecer a sus hijos y es, en ese sentido, un impedimento educativo. Así, se crean personas dependientes e inmaduras, que temen al futuro, incapaces de decidirse y que se resisten a crecer. Esos padres tienen la falsa idea de que protegen más y mejor a sus hijos si los encierran en una urna de cristal. Pero la urna se acaba rompiendo tarde o temprano. Suele ser en la adolescencia cuando se quiebra y cuando uno se halla totalmente desvalido, porque toda la protección que ha recibido se ha hecho añicos y ya no resulta efectiva. Cuando el adolescente que ha estado sobreprotegido choca con la realidad, lo hace sin prevenciones, porque nadie le ha enseñado a caer, entonces se ve obligado a crecer de sopetón, lo cual no es una buena forma de crecer.

Para dejarles crecer y fomentar que nuestros hijos maduren, podemos tener en cuenta estas ideas:

+ Proteger a nuestros hijos no significa encerrarlos en una burbuja. Quizá sea más fácil para nosotros, pero, a la larga, no lo es para ellos.

+ Ir dándoles pequeñas responsabilidades según la edad puede ser el comienzo de su autonomía.

+ Tratarlos como “mayores”, no como unos niños grandes. Debemos tratar a los hijos no como lo que son sino como lo que nos gustaría que fuesen.

+ Dejar que se equivoquen y aprendan de sus errores. No se trata de aprender a golpes, sino de que vayan ejerciendo su libertad.

También debemos ayudarles a:

+ Aceptar la realidad tal como es no tal como se la imaginan.

+ Vivir abiertos a los demás.

+ Asumir las propias frustraciones.

+ Tener sentido del humor.

+ Aceptarse como se es.

+ Actuar con capacidad crítica, siendo capaces de evitar tanto el gregarismo como el individualismo.

+ Respetar otros puntos de vista.

+ Asumir deberes y obligaciones sociales.

8/10/15

ayudan a evitar rupturas matrimoniales

PD2: Ante la avalancha de divorcios, es interesante recordar el papel que juegan los COF. Los Centros de Orientación Familiar (COF) tienen una orientación cristiana y eso marca la diferencia con otras unidades de atención familiar. Intentan por todos los medios mantener el vínculo de los matrimonios, en la medida en que se pueda. El 70% de las parejas que están en proceso de separación y que reciben asistencia en los COF solucionan sus problemas. El objetivo es tratar de ayudar para evitar que un vínculo como el matrimonio, beneficioso para la pareja y los niños, se rompa.

7/10/15

Rosario

PD3: Hoy es Nª Sª del Rosario. Es el santo de mi hija pequeña y el cumple de otra hija mía. Gran día de celebración familiar por estos motivos… Pero lo mejor es poder seguir rezando, como todos los días, un rosario a la Virgen. Esa cadencia de rezos que, mientras lo haces, vas pidiendo cada Misterio por algo. Estos días pidiendo que ilumine el Espíritu Santo a los participantes del Sínodo. Llevamos un año preparándolo y ahora es el momento de intensificar la plegaria…

6/10/15

se puede disfrutar...

PD5: El matrimonio se puede disfrutar… Es una gozada, no estás solo, compartes tu vida con alguien que te quiere. Ayuda mutua entre los esposos

5/10/15

cuidados especiales

PD5:Corazón roto…
Cuando las parejas se enfadan se hacen daño en el corazón. Es como cuando te da un infarto que se necrosa un trozo del mismo. En el amor, ese daño se suma a otros daños pasados y se van acumulando… No son buenos. Peor si cabe si se intenta solucionar como si nada hubiera pasado… Hay que evitarlos. Hay que tener mucho cuidado con las cosas que uno le dice al otro, lo que se echan en cara. Pueden hacer daño. Hay que tener mucha delicadeza con el otro… Cada uno en el matrimonio requiere unos constantes cuidados especiales por parte del otro… Y cuando eso falla, se cercena el amor, se rompe el corazón.

2/10/15

tan distintos

PD2: En nuestro tiempo, muchos han perdido el sentido de su vida y dicen que no vale la pena; que está llena de disgustos, dificultades y sufrimientos; que pasa muy deprisa y que tiene como perspectiva final, y bien triste, la muerte. Para el cristiano es distinto: mostrar con la alegría y el optimismo sereno de quien se sabe hijo de Dios, que todo en esta vida es camino de santidad; que dificultades, sufrimientos y dolores nos ayudan a purificarnos; y que al final nos espera la vida de la Gloria, la felicidad eterna.

Donde se encuentran cristianos de fe viva, no puede haber injusticia, violencia, abusos hacia los débiles... Todo lo contrario, ha de resplandecer la virtud de la caridad con toda la fuerza: la preocupación por los otros, la solidaridad, la generosidad... El cristiano es esta antorcha que, con el ejemplo de su vida, lleva la luz de la verdad a todos los rincones del mundo, mostrando el camino de la salvación... Allá donde antes sólo había tinieblas, incertidumbres y dudas, nace la claridad, la certeza y la seguridad.

1/10/15

¿Soy rarito o normal?

PD2: Somos unos raritos muy normales. Llevo muchos años escribiéndote estas postdatas y de vez en cuando me pregunto si merece la pena…, si no te cansas de mis rollos. Aunque para mi es una oportunidad que no puedo desaprovechar… Estamos en ese momento de la historia en que lo raro es ser normal… Menuda peña tenemos. Hay que seguir fieles en lo de siempre, en lo que nos gusta, en lo que creemos, en lo que nos llena. Lo demás, es pernicioso…