30/12/15

propósitos para 2016

PD1: En la Misa del Gallo, el Papa abogó por la sobriedad: “En una sociedad frecuentemente ebria de consumo y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo, Dios nos llama a tener un comportamiento sobrio, es decir, sencillo, equilibrado, lineal, capaz de entender y vivir lo que es importante

Y siguió diciendo: “Ante una cultura de la indiferencia, que con frecuencia termina por ser despiadada, nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad, de empatía, de compasión, de misericordia, que extraemos cada día del pozo de la oración

No se puede decir nada más mejor. ¡Qué buenos propósitos, sobriedad, sencillez, compasión, misericordia, piedad, para este año 2016 que llega!

29/12/15

Lo que ha pedido Rosi a los Reyes...

PD1: Mi hija pequeña Rosario, de nueve años, que todavía cree en los Reyes Magos, escribió una carta, la metió en un sobre y la cerró. Nos pidió que la echara al correo. Conseguimos abrirla y nos llevamos una gran sorpresa: Después de decir que había sido buena, decía que solo quería dos cosas:

1- Un hámster, con su jaula y comida

2- La paz del mundo

Se despedía dando las gracias y diciendo que se iba a seguir portando bien…

Pasmado me quedé. A mi mujer se le saltaban las lágrimas. Horrorizado ya que cómo le hago saber que lo segundo no se puede comprar, sino que se consigue día a día, entre todos, desde la casa de cada uno.

Además, no nos quiso decir lo que había pedido, quería que fuera un secreto entre ella y los Reyes Magos. (Como varios de los que leéis esto la conocéis, no le digáis nada).

Hablamos con ella, y en connivencia con su hermana María, le sonsacamos lo del hámster, que nos tenía muy preocupados también… Qué asquet!!! Conseguimos convencerla de que lo cambiara por peces para el acuario que tenemos abandonado en el trastero. Le sugerí algún juguete pero, con 9 hermanos, tienen tantos, son todos iguales…

De lo segundo, de la paz del mundo, no nos dijo ni pío. ¿Qué le ponemos, qué hacemos? ¿Alguna sugerencia?

22/12/15

con obras y de palabra...

PD1: Si lo único que hay que hacer es coger a la persona que más quieres y decírselo… Hay que decirlo, con obras y de palabra. A Dios también.

18/12/15

arrodillarse...

PD2: Ayer me enteré que en Cataluña y Baleares la gente no se arrodilla en la Consagración en Misa. Parece que les duelen mucho las rodillas, o algo así. ¡Pobres! Me dicen que se ha perdido mucho la fe en estos sitios. ¡Qué pena! Supongo que tampoco harán una buena genuflexión cuando entren en la iglesia, ni al salir… ¿A qué se creerán que van? Sí, alabamos al Señor en la Eucaristía, le damos gracias al recibirle. Y ponernos de rodillas en la Consagración es un signo de adoración, de amor al Dios que nos ha creado, al Dios que nos mandó a su Hijo para salvarnos, al Dios que se queda en el Sagrario, al Espíritu Santo que habita en nosotros… Sí, falta mucha fe, pero hay que pedirla, hay que tratarle en la oración. Nos llega la fe si se la pedimos, si la buscamos…

17/12/15

no hacemos caso de lo que nos aconsejan...

PD2: Desprecio de los buenos consejos:
Qué cantidad de veces nos da la gente, los que más nos quieren, buenos consejos que no hacemos ni caso. Si lo hacen por nuestro bien. Pero es que nos creemos los más listos del mundo mundial…

16/12/15

para evitar rupturas...

PD2: No podemos esperar a que se arregle el matrimonio por sí solo. Hay que actuar, hay que tratar de reducir ese inmenso número de rupturas…

15/12/15

¿por qué se tienen menos hijos?

PD2: Cada vez la gente se casa más tarde: La edad media fue de 33,3 años en 2014.

En 2004 era de 30,2 años

En 1994, de 27,9 años

En 1984, de 25,8 años

Luego si quieren tener hijos, les queda muy poco tiempo… ¿Por qué esa tardanza en casarse, en comprometerse para siempre? Por pasta y por egoísmo…, por querer correrse muchas juergas antes de asentar la cabeza…, por lo bien que se vive a la sopa boba, porque encontrar una pareja de la que te puedas enamorar es muy difícil… Demasiados cambios en las personas, demasiadas dudas les entran cuando ven tantos divorcios…

Y además es por dinero. Hace 30 años empecé a trabajar y los recién licenciados cobrábamos 2.5 millones de pesetas (15.000 euros al año). En pocos años ya ganábamos 4.000.000 ptas (24.000 euros), y años después seguimos ganando más, y llegábamos a ganar por encima de los 60.000 euros en menos de 10 años. Era general, no fui yo la excepción (de los licenciados).

Han pasado 30 años y la vida en estos años ha subido mucho, IPCs de al menos un 3% anual acumulativo, es decir, que lo que costaba 100 hace 30 años, ahora cuesta más del doble.

Pues se están colocando por 600 euros/mes y alcanzar los 1.000 euros al mes, ser mileuristas, es un éxito, un triunfo. Estos son 12.000 euros al año que pocos alcanzan y que pasan los años y pocos verán su carrera mejorar…

Luego la vida se ha encarecido mucho y los sueldos han bajado una barbaridad.

Y las casas no cuestan lo que nos costaron a mi generación hace 30 años, sino el doble, a pesar del recorte del 50% de los años de crisis, desde 2008.

¿Quién puede permitirse el lujo de tener hijos? Muy pocos y los que pueden, con el relativismo consumista actual, prefieren gastarse el dinero que ahorran en comprarse un cochazo (a crédito), irse a casas rurales, o viajar al extranjero, a donde sea…

Hay desconfianza sobre el futuro, se sigue teniendo mucho miedo a perder el trabajo. La crisis ha sido terrorífica y el paro es muy alto todavía.

El cambio de mentalidad ha sido muy severo en los jóvenes. Quieren disfrutar a tope de la vida, el compromiso les aterra, y las ganas de vivir a todo trapo es insuperable. Es el maldito relativismo consumista que atenaza la sociedad, expulsa a los jóvenes (menores de 40 años) de las iglesias, y que viven pensando en sí mismos y dándole gusto al cuerpo con lo que sea, comprándose lo que pueden permitirse y lo que no. Y los hijos les son un incordio, lloran, cuestan dinero, y les impide cumplir sus metas vitales.

Cambiará la cosa en unos años, pero tardaremos un montón…

14/12/15

rezar mientras estás esperando...

PD2: Estuve tres cuartos de hora esperando para hacer un trámite administrativo. En mi espera fui rezando por los que estaba viendo junto a mí. Me impresionó mucho una pareja de casados mayores, de unos 70 años, que discutían continuamente porque ella no se manejaba con el móvil y él lo dominaba. Le estuvo dando mucha caña… Pobre señora pensé, si a los 70 me vuelvo tan farfollas, mi mujer me sufrirá… Le diré que me avise de cuan memo me voy convirtiendo con los años, y espero me corrija y la siga cuidando. Al otro lado había un señor jubilado que iba suspirando cada minutos. Resoplaba sonoramente… Le acompañaba su hija de 40 que no le quitó el ojo a su móvil, qué afición!!!! Hablaban de cosas que salían en el móvil continuamente, de vídeos del perro que tenía su hija, como la vida misma. Yo seguí con mis rezos. Esas esperas largas son pistonudas para rezar…

11/12/15

dominar al otro

PD2: Dominar a tu pareja es muy malo…

Dominio del otro en la pareja

El campo más importante de aprendizaje para las personas, no lo dudemos, lo constituye el comportamiento de los padres y, en algunos casos, la influencia de aquéllos que nos rodean.

Por tanto, nuestra forma de vivir, nuestra forma de amar les influye y les enseña.

Los hijos son esponjas y lo aprenden todo. Eso no podemos olvidarlo nunca.

De nuestro comportamiento, de la forma como llevemos nuestras relaciones ellos aprenderán, a querer, a disculpar, a callar, a hablar, a sonreír y, si se me apura, hasta a guiñar un ojo en un momento oportuno. Captan si sus padres se llevan bien, si son felices, si están preocupados, tensos o relajados en el amor.

Tengamos en cuenta que en una relación siempre se establecen áreas de dominio: económico, intelectual, físico, de familia, etc. Es normal. Y será a través del uso que la persona dominadora haga de ese dominio como los hijos aprenderán y entenderán el amor, el interés y la delicadeza en la vida o, por el contrario, aprenderán a generar grandes sufrimientos.

Hay familias donde la convivencia es difícil porque uno de los progenitores tiene atado, chantajeado o acomplejado al otro en el área, por ejemplo, del dinero, de la fortaleza emocional, de la inteligencia, o de la cultura. O porque cree que el otro le "debe" algo.

Muchas veces la inoportunidad y la falta de delicadeza a la hora de hablar, hacen que esté humillando con frecuencia.

Por vanidad, por el afán de quedar bien, por querer quedar por encima, se humilla delante de los demás al otro de una manera continuada. Corrigiéndolo en público, demostrando o intentando demostrar que uno vale más que él o ella.

En realidad, es la manifestación de un complejo larvado y oculto que humilla y hace sufrir.

Además, el que un miembro de la pareja manifieste una superioridad sobre el otro, haciéndole sufrir, es una cosa que los hijos no aguantan y, antes o después, provocará que se pongan de parte del más débil.

Hay muchas personas que, por falta de reconocimiento de quien debería quererle, sufren problemas de autoestima y se sienten humillados de manera frecuente.

Es una falta de inteligencia no valorar al otro siempre que se pueda. Como expresión de cariño que es, nos será devuelta con más afecto y ternura.

Por tanto, la única forma inteligente de dominar al otro es amándolo más, intentando ser más generoso, haciéndole sentir seguro en el cariño que le tenemos.

Lo demás son complejos de inferioridad.

10/12/15

Angela Merkel ha ganado la portada de Time

¡Enhorabuena! Es la pera, es la mejor… ¡Qué pena que no contemos con este tipo de líderes políticos en España!

Angela Merkel Is Time's Person Of 2015

When Time magazine announced the short list of its Persons of the Year for 2015, there was some consternation that the winner could be ISIS leader Abu Bakr al-Baghdadi or, maybe even worse according to the US press, Donald Trump. Instead, according to the just announced final results, the two gentlemen are in positions #2 and #3 respectively, with the winner being Germany's iron chancellor, Angela Merkel, whose position however in the aftermath of Europe's historic refugee crisis, has been downgraded from "iron" to quite shaky in recent weeks.

Here is Time's logic:

Europe’s most powerful leader is a refugee from a time and place where her power would have been unimaginable. The German Democratic Republic, where Angela Merkel grew up, was neither democratic nor a republic; it was an Orwellian horror show, where the Iron Curtain found literal expression in the form of the Berlin Wall. The shy daughter of a Lutheran minister, Merkel slipped into politics as a divorced Protestant in a largely Catholic party, a woman in a frat house, an Ossi in the newly unified Germany of the 1990s where easterners were still aliens. No other major Western leader grew up in a stockade, which gave Merkel a rare perspective on the lure of freedom and the risks people will take to taste it.

Her political style was not to have one; no flair, no flourishes, no charisma, just a survivor’s sharp sense of power and a scientist’s devotion to data. Even after Merkel became Germany’s Chancellor in 2005, and then commanded the world’s fourth largest economy, she remained resolutely dull—the better to be underestimated time and again. German pundits called her Merkelvellian when she outsmarted, isolated or just outlasted anyone who might mount a challenge to her. Ever cautious, she proudly practiced what Willy Brandt once called Die Politik der kleinen Schritte (the politics of baby steps), or as we call it in the U.S., leading from behind.

Then came 2015. Not once or twice but three times this year there has been reason to wonder whether Europe could continue to exist, not culturally or geographically but as a historic experiment in ambitious statecraft. Merkel had already emerged as the indispensable player in managing Europe’s serial debt crises; she also led the West’s response to Vladimir Putin’s creeping theft of Ukraine. But now the prospect of Greek bankruptcy threatened the very existence of the euro zone. The migrant and refugee crisis challenged the principle of open borders. And finally, the carnage in Paris revived the reflex to slam doors, build walls and trust no one.

Each time Merkel stepped in. Germany would bail Greece out, on her strict terms. It would welcome refugees as casualties of radical Islamist savagery, not carriers of it. And it would deploy troops abroad in the fight against ISIS. Germany has spent the past 70 years testing antidotes to its toxically nationalist, militarist, genocidal past. Merkel brandished a different set of values—humanity, generosity, tolerance—to demonstrate how Germany’s great strength could be used to save, rather than destroy. It is rare to see a leader in the process of shedding an old and haunting national identity. “If we now have to start apologizing for showing a friendly face in response to emergency situations,” she said, “then that’s not my country.”

And so this time, the woman who trained as a quantum chemist did not run the tests and do the lab work; she made her stand. The blowback has come fast and from all sides. Donald Trump called Merkel “insane” and called the refugees “one of the great Trojan horses.” German protesters called her a traitor, a whore; her allies warned of a popular revolt, and her opponents warned of economic collapse and cultural suicide. The conservative Die Welt published a leaked intelligence report warning about the challenge of assimilating a million migrants: “We are importing Islamic extremism, Arab anti-Semitism, national and ethnic conflicts of other people as well as a different understanding of society and law.” Her approval ratings dropped more than 20 points, even as she broadcast her faith in her people: “Wir schaffen das,” she has said over and over. “We can do this.”

At a moment when much of the world is once more engaged in a furious debate about the balance between safety and freedom, the Chancellor is asking a great deal of the German people, and by their example, the rest of us as well. To be welcoming. To be unafraid. To believe that great civilizations build bridges, not walls, and that wars are won both on and off the battlefield. By viewing the refugees as victims to be rescued rather than invaders to be repelled, the woman raised behind the Iron Curtain gambled on freedom. The pastor’s daughter wielded mercy like a weapon. You can agree with her or not, but she is not taking the easy road. Leaders are tested only when people don’t want to follow. For asking more of her country than most politicians would dare, for standing firm against tyranny as well as expedience and for providing steadfast moral leadership in a world where it is in short supply, Angela Merkel is TIME’s Person of the Year.

Y sobre todo, muchas gracias!!!. Gracias por permitir, por dar cobijo, por alimentar, por encontrar trabajo a más de un millón de refugiados sirios, es lo que ya han entrado por sus fronteras en lo que llevamos de 2015. Los buenos dirigentes mundiales sirven para este tipo de retos. Mil gracias y enhorabuena. Pasará a la historia como uno de los mejores políticos del mundo, muy pocos lo consiguen nunca… Abrazos,

PD1: Ese racismo que se mantiene en nuestra sociedad, ese mirar mal a los que no son como nosotros, a los negros, a los musulmanes, a los gitanos, a los refugiados… Lo tenemos metido dentro y es malo, muy cruel.

En todas las conversaciones que puedo saco el tema de ayudar a los refugiados sirios y me desespero, nadie quiere hacer nada: les da miedo que entren terroristas, les da miedo el efecto llamada a otros países africanos. Si esa pobre gente no puede hacer más que huir de Siria…, ¡caramba!

¿A qué esperamos para acoger refugiados? ¿Estamos tontos o qué? Somos unos egoístas y Alemania nos está dando un gran ejemplo del buen hacer, de solidaridad, de grandes valores, de eficacia, como siempre… ¡Ay de la España católica, ay!

9/12/15

sin prisas...

PD3: Hay que hacer las cosas desde el amor y no desde las prisas. Que cuando tengas que estar con una persona, estés; cuando tengas que trabajar, trabajes; cuando quieras (puedas) leer, leas; y cuando vayas a rezar el rosario, lo reces… Las mujeres pueden hacer dos y tres cosas a la vez; los hombres somos direccionales y debemos hacer una cosa tras de otra. Pero hay que ponerse y no quedarse pegado a la tele…

4/12/15

llega la Navidad

PD5: El año se acaba. Mira qué ridículo, ¿nos hemos vuelto locos o qué? Además, esto debe saber de asco…

Este fin de semana/puente es cuando se suelen adornar las casas españolas con cosas de Navidad. Nosotros ponemos un buen árbol, lleno de bolas, y un gran Portal de Belén, repleto de figuras. Luego le echamos muchos rezos… Para rezar ayuda ver la sencillez con que nació el Niño Dios, en un pesebre, sin nada… ¡Qué humildad para un Rey! Su mensaje de amor lo genera desde su propio nacimiento.

3/12/15

rezar no es pensar mucho...

PD2: "La oración no consiste en pensar mucho, sino en amar mucho" (Santa Teresa de Jesús)

2/12/15

pensar en el otro

PD3: Si en una relación no se piensa en el otro, hay egoísmo continuado, voy a lo que me interesa de forma habitual, lo que se está haciendo es desgastando la relación. O sea, se está dejando de querer.

El desgaste, es decir, dejar de querer, no es hacer grandes cosas contra la relación, sino dejar de hacer pequeños actos de amor. Esa renuncia a hacer pequeños actos de amor por pereza, por egoísmo, por que cuestan, es lo que va minando la relación y desgastando el amor.

El amor se desgasta a base de dejar de hacer pequeños actos de amor que son posibles, pero que uno no hace porque " da lo mismo" Si esos actos se hacen con ganas y sin ellas, ya se está queriendo.

1/12/15

dolor

PD1: José Luis Martín Descalzo nos contaba esto:

Reflexiones de un enfermo en torno al dolor

El dolor es un misterio. Hay que acercarse a él de puntillas y sabiendo que, después de muchas palabras, el misterio seguirá estando ahí hasta que el mundo acabe. Tenemos que acercarnos con delicadeza, como un cirujano ante una herida. Y con realismo, sin que bellas consideraciones poéticas nos impidan ver su tremenda realidad.

La primera consideración que yo haría es la de la «cantidad» de dolor que hay en el mundo. Después de tantos siglos de ciencia, el hombre apenas ha logrado disminuir en unos pocos centímetros las montañas del dolor. Y en muchos aspectos la cantidad del dolor aumenta. Se preguntaba Péguy: ¿Creemos acaso que la Humanidad está sufriendo cada vez menos? ¿Creéis que el padre que ve a su hijo enfermo hoy sufre menos que otro padre del siglo XVI? ¿Creéis que los hombres se van haciendo menos viejos que hace cuatro siglos? ¿Que la Humanidad tiene ahora menos capacidad para ser desgraciada? 

LA MONTAÑA DEL DOLOR 
Los medios de comunicación nos hacen comprender mejor el tamaño de esa montaña del dolor. El hombre del siglo XIV conocía el dolor de sus doscientos o de sus diez mil convecinos, pero no tenía ni idea de lo que se sufría en la nación vecina o en otros continentes. Hoy, afortunada o desgraciadamente, nos han abierto los ojos y sabemos el número de muertos o asesinados que hubo ayer. Sabemos que 40 millones de personas mueren de hambre al año. Y hoy se lucha más que nunca contra el dolor y la enfermedad... Pero no parece que la gran montaña del dolor disminuya. Cuando hemos derrotado una enfermedad, aparecen otras nuevas que ni sospechábamos (cómo olvidar el SIDA) que toman el puesto de las derrotadas. En la España de hoy, y a esta misma hora, hay tres millones de españoles enfermos. Y diez millones pasan cada año por dolencias más o menos graves. Pero el resto de sus compatriotas (y de sus familiares) prefiere vivir como si estos enfermos no existieran. Se dedican a vivir sus vidas y piensan que ya se plantearán el problema cuando “les toque» a ellos”. 

Sabemos muy poco del dolor y menos aún de su porqué. ¿Por qué, si Dios es bueno, acepta que un muchacho se mate la víspera de su boda, dejando destruidos a los suyos? ¿Por qué sufren los niños inocentes? Nosotros, cristianos, debemos ser prudentes al responder a estas preguntas que destrozan el alma de media Humanidad. ¿Quién ignora que muchas crisis de fe se producen al encontrarse con el topetazo del dolor o de la muerte? ¿Cuántos millares de personas se vuelven hoy a Dios para gritarle por qué ha tolerado el dolor o la muerte de un ser querido? 

Dar explicaciones a medias es contraproducente y sería preferible que, ante estos porqués, los cristianos empezásemos por confesar lo que decía Juan Pablo II en su encíclica sobre el dolor: El sentido del sufrimiento es un misterio, pues somos conscientes de la insuficiencia e inadecuación de nuestras explicaciones. Algunas respuestas pueden aclarar algo el problema y debemos usarlas, pero sabiendo siempre que nunca explicaremos el dolor de los inocentes. 

TEORÍAS, NO 
Una de esas respuestas parciales podía ser la que afirma que dedicarse a combatir el dolor es más importante y urgente que dedicarse a hacer teorías y responder porqués. 

Hemos gastado más tiempo en preguntarnos por qué sufrimos que en combatir el sufrimiento. Por eso, ¡benditos los médicos, las enfermeras, cuantos se dedican a curar cuerpos o almas, cuantos luchan por disminuir el dolor en nuestro mundo! 

El dolor es una herencia de todos los humanos, sin excepción. Un gran peligro del sufrimiento es que empieza convenciéndonos de que nosotros somos los únicos que sufrimos en el mundo o los que más sufrimos. Una de las caras más negras del dolor es que tiende a convertirnos en egoístas, que nos incita a mirar sólo hacia nosotros. Un dolor de muelas nos hace creemos la víctima número uno del mundo. Si en un telediario nos muestran miles de muertos, pensamos en ellos durante dos minutos; si nos duele el dedo meñique gastamos un día en autocompadecernos. Tendríamos que empezar por el descubrimiento del dolor de los demás para medir y situar el nuestro. 

Es la humilde aceptación de que el hombre, todo hombre, es un ser incompleto y mutilado. Es el descubrimiento de que se puede ser feliz a pesar del dolor, pero es imposible vivir toda una vida sin el. El mayor descubrimiento, el que más me ha tranquilizado como hombre ha sido precisamente este sano realismo. Tratar de no mitificar mi enfermedad, no volverme contra Dios y contra la vida, como si yo fuera una víctima excepcional. Desde el primer momento me planteé la obligación de pensar que «yo no era un enfermo», sino “un señor que tiene un problema» como «todos» tienen sus problemas”.

Cuando vas conociendo a los hombres, descubres que «todos» son mutilados de algo. Así pensé que a mí me faltaban los riñones o me sobraba un cáncer, pero que a los demás o les faltaba un brazo, o no tenían trabajo, o tenían un amor no correspondido, o un hijo muerto. Todos. ¿Qué derecho tenía yo, entonces, a quejarme de mis carencias, como si fueran las únicas del mundo? Sentirme especialmente desgraciado me parecía ingenuo y, sobre todo, indigno. 

DEMASIADA RETÓRICA 
La tercera gran respuesta es ver los aspectos positivos de la enfermedad. Quiero prevenir contra un gran error muy difundido entre personas de buena voluntad: la tendencia a ver en la enfermedad y el dolor algo objetivamente bueno. Creo que se ha hecho, especialmente entre los cristianos, mucha retórica sobre la bondad del dolor, con la que se confunden tres cosas: lo que es el dolor en sí; lo que se puede sacar del dolor; y aquello en lo que el dolor puede acabar convirtiéndose, con la gracia de Dios. Lo primero es y seguirá siendo horrible. Lo segundo y lo tercero pueden llegar a ser maravillosos. 

Cristo mismo lo dejó bien claro en su vida: jamás ofreció florilegios sobre la angustia, no fue hacia el dolor como hacia un paraíso. Al contrario: se dedicó a combatir el dolor en los demás, y, en sí mismo, lo asumió con miedo, entró en él temblando, pidió, mendigó al Padre que le alejara de él y lo asumió porque era la voluntad de su Padre. Y entonces acabó convirtiendo el dolor en redención. Es mejor no echarle almíbar piadoso al dolor. Pero hay que decir sin ningún rodeo que en la mano del hombre está conseguir que ese dolor sea ruina o parto. El hombre no puede impedir su dolor, pero puede conseguir que no lo aniquile, e incluso lograr que ese dolor lo levante en vilo. 

En lo humano y mucho más en lo sobrenatural, el dolor puede llegar a ser uno de los grandes motores del hombre. Luis Rosales afirmaba que «los hombres que no conocen el dolor son como iglesias sin bendecir». 

El dolor es parte de nuestra condición humana; deuda de nuestra raza de seres atados al tiempo y a la fugitividad. No hay hombre sin dolor. Y no es que Dios «tolere» los dolores, es, simplemente, que Dios respeta la condición temporal del hombre, lo mismo que respeta que un círculo no pueda ser cuadrado. Lo que Dios sí nos da es la posibilidad de que ese dolor sea fructífero. Empezó haciéndolo fructífero él mismo en la Cruz y así creó esa misteriosa fraternidad de dolor de la que nosotros podemos participar. 

VINAGRE, O VINO GENEROSO 
El hombre tiene en sus manos esa opción de conseguir que su propio dolor y el de sus prójimos se convierta en vinagre o en vino generoso. Yo he comprobado aquella frase de León Bloy que aseguraba que en el corazón del hombre hay muchas cavidades que desconocemos hasta que viene el dolor a descubrírnoslas. Así puedo afirmar que el dolor es, probablemente, lo mejor que me ha dado la vida y que, siendo en sí una experiencia peligrosa, se ha convertido más en un acicate que en un freno. 

Pase lo que pase, a lo que tú no tienes derecho es a desperdiciar tu vida, a rebajarla, a creer que, porque estás enfermo, tienes ya una disculpa para no cumplir tu deber o para amargar a los que te rodean. Debes considerar la enfermedad como un hándicap, como un «reto», como una nueva forma para testimoniar tu fe y realizar tu vida. Has de buscar todos los modos para sacar todo lo positivo que haya en la enfermedad y así rentabilizar más tu vida. 

Lo verdaderamente grave de la enfermedad es cuando ésta se alarga y se alarga. Un dolor corto, por intenso que sea, no es difícil de sobrellevar. Lo verdaderamente difícil es cuando ese camino de la cruz dura años, y peor aún si se vive con poca o ninguna esperanza de curación en lo humano. 

Sólo la gracia de Dios ha podido mantenerme alegre en estos años. Y confieso haberla experimentado casi como una mano que me acariciase. Dios no me ha fallado en momento alguno. Yo llamaría milagro al hecho de que en casi todas las horas oscuras siempre llegaba una carta, una llamada telefónica, un encuentro casual en una calle, que me ayudaba a recuperar la calma. Confieso con gozo que nunca me sentí tan querido como en estos años. Y subrayo esto porque sé muy bien que muchos otros enfermos no han tenido ni tienen en esto la suerte que yo tengo. 

La verdadera enfermedad del mundo es la falta de amor, el egoísmo. ¡Tantos enfermos amargados porque no encontraron una mano comprensiva y amiga! 

Es terrible que tenga que ser la muerte de los seres queridos la que nos descubra que hay que quererse deprisa, precisamente porque tenemos poco tiempo, porque la vida es corta ¡Ojalá no tengáis nunca que arrepentiros del amor que no habéis dado y que perdisteis! 

La enfermedad es una gran bendición: cuando te sacude ya no puedes seguirte engañando a ti mismo, ves con claridad quién eras, quién eres. 

Descubrí a su luz que en mi escala de valores real había un gran barullo y que no siempre coincidía con la escala que yo tenía en mis propósitos y deseos. ¡Cuántas veces el trabajo se montó por encima de la amistad! ¡Cuántos más espacios de mi tiempo dediqué al éxito profesional que a ver y charlar pausadamente con los míos! Aprendí también a aceptarme a mí mismo, a saber que en no pocas cosas fracasaría y no pasaría absolutamente nada, entendí incluso que uno no tiene corazón suficiente para responder a tanto amor como nos dan. Todo hombre es un mendigo y yo no lo sabía. 

Entre estos descubrimientos estuvo el de los médicos, las enfermeras y los otros enfermos. Hasta hace algunos años apenas había tenido contactos con el mundo de los hospitales y tenía de sus habitantes ese barato concepto por el que, con tanta frecuencia acostumbramos a medir a los seres más por sus defectos que por sus virtudes. La enfermedad, al vivir horas y horas en los hospitales, me descubrió qué engañado estaba. 

UN ABUSO DE CONFIANZA 
La idea de que la enfermedad es «redentora» no es un tópico teológico, sino algo radicalmente verdadero. Dios espera de nosotros, no nuestro dolor, sino nuestro amor; pero es bien cierto que uno de los principales modos en que podemos demostrarle nuestro amor es uniéndonos apasionadamente a su Cruz y a su labor redentora. ¿Qué otras cosas tenemos, en definitiva, los hombres para aportar a su tarea? 

Os confieso que jamás pido a Dios que me cure mi enfermedad. Me parecería un abuso de confianza; temo que, si me quitase Dios mi enfermedad, me estaría privando de una de las pocas cosas buenas que tengo: mi posibilidad de colaborar con él más íntimamente, más realmente. Le pido, sí, que me ayude a llevar la enfermedad con alegría; que la haga fructificar, que no la estropee yo por mi egoísmo.

30/11/15

providencia

PD1: Es complejo, pero muy simple. Pensamos que solo nosotros somos capaces, ¡qué gran mentira! Espero te sirva: "Dios es solo amor, puro amor que provee. Él nos ama más de cuanto nosotros mismos amamos y sabe cuál es nuestro verdadero bien", Papa Francisco. Dios provee, no hay que andar todo el día pensando en el futuro… Él sabe lo que necesitamos y nos lo da. Nosotros, con nuestras fuerzas, poco podemos. Pero hay que intentar cambiar las cosas, no hay que caer en un falso providencionalismo.

27/11/15

las cosas pequeñas

PD3: Cuidar las cosas pequeñas nos ayuda a ser humildes. Hacer lo insignificante con amor, elevarlo, pensar en cada tarea, por muy pequeña que sea, de forma sobrenatural. Hacer las cosas bien hechas es como si estuvieras rezando al hacerlas…

26/11/15

España

Es desesperante ver como se está quedando España. Tras la fuerte crisis de deudas vivida, lejos de experimentar un cambio de formas de hacer las cosas, se profundizan. Sí, ya sé que crecemos, rebotamos después de la fuerte recesión vivida. Seguimos gastando mucho más de lo que ingresamos, generando un déficit público de casi el 5% (50.000 millones de euros al año) y una deuda pública acumulada de 1.000.000 millones de euros que tendrán que pagar nuestros nietos… Pero no es de economía de lo que te quiero hablar. Hoy te quiero escribir de cosas que siempre me han dicho que no cuente, de política…
Esa España corrupta que descubrimos hace unos años sigue igual. La corrupción sigue estando en el ambiente, no se ha atajado suficientemente. Se ha terminado por aceptar... La financiación irregular de los partidos políticos no ha sido castigada. Se han destapado casos en todos los partidos, unos más que otros, y no se ha metido tijera. Siguen las mismas personas a cargo, se ha corrido un velo, pero lo más sorprendente es que la gente olvida, no ha pasado nada, les vuelven a votar como si no hubieran hecho nada. Y a los empresarios que pagaban por conseguir contratos públicos, esos ni se les han acercado…, siguen siendo los mismos, dispuestos a volver a pagar cuando haga falta.
Los jueces, con sus carreras profesionales en manos de los políticos, no ejercen la labor de purga, ni se les espera. ¿Por qué tanta impunidad, por qué no se juzga con más rapidez e igualdad? ¿Por qué esa diferencia de casos, unos en el trullo y otros de rositas? ¿Por qué los contribuyentes somos malparados si nos equivocamos, y los políticos salen indemnes?
Cada día en la prensa nos vamos enterando de más cosas, pero todo da igual, ya se sabe que los nuevos casos no mueven ficha, no afectan a nadie. Qué distintos somos los españoles de otros países europeos, qué cantidad de cosas hemos tragado, cuando en otros sitios las dimisiones o ceses habrían sido fulminantes…
Las reformas, la austeridad, la devaluación interna ha servido para repartir el poco trabajo que hay. Se han creado muchos empleos muy mal pagados, precarios, ser un mileurista es ser una bendición, cuando con los precios de alquileres no se puede apenas vivir. Siguen creciendo el número de ni-nis (uno de cada cuatro jóvenes), de los que han tirado la toalla ya que no tienen trabajo, ni estudios…, ni posibilidades.
Los extranjeros salen de España, pero muy pocos españoles se atreven a emigrar, se sigue tirando de los ahorros, de la familia, para sobrevivir.
España vive, como otros muchos países, un problema de valores, un materialismo consumista que prima el yo, frente al otro. La televisión basura es uno de los grandes problemas, donde se pone de modelo a unas actuaciones que no deberían ser ejemplo, ya que la gente todo lo copia. Ese afán por triunfar, ese afán consumista, ese querer ser como los famosos, esto no es bueno.
Además no se arregla el botellón, los jóvenes campan a sus anchas dejando todo desastrado, con consecuencias para la salud severas, sin que las autoridades le pongan remedio. Somos capaces de regular todo, de prohibir todo, pero no somos capaces de cambiar la sociedad.
La ley del esfuerzo, el que se reconozca el esfuerzo como valía… esto es otro imposible; seguimos con la política de colocar al amiguete, del enchufismo, del compadreo…
No te quiero entrar en el tema catalán ya que es exasperante, síntoma de que si no se hace nada para cambiar las cosas, éstas se deterioran…
La política debe servir para cambiar las cosas. Los presupuestos generales del Estado mueven casi la mitad de lo que se genera por parte de todos los españoles. Pero no se toman medidas oportunas, no se hace apenas nada.
Ahora nos toca votar de nuevo. Lo que yo le pido a los políticos no es: ni ser SERIOS como dicen unos, ni ser GUAPOS como pretenden otros, ni ser PROGRES como solución; les pido ser BRILLANTES, ser trabajadores, ser honestos, estar volcados en su labor, y tratar de mejorar y cambiar este país. Vocación de servicio público.
Odio esa partitocracia española, esa sensación de que los políticos entran para ganarse la vida en el trabajo de político, esa sensación de que España es una gran empresa de colocación de personas, de políticos…, donde salvo contadas excepciones, se vislumbra la poca capacidad generalizada, la poca inteligencia…, donde aunque se destaque, el líder y su poderoso dedo, decide quién sí y quién no…
Hay que hacer muchas cosas, faltan tantas reformas, falta tanto por hacer, que la inacción es desesperante. Prefiero votar a alguien con el que no comulgo al 100%, que no participo por entero de sus ideas, pero que sea brillante y que haga cosas, que venga con ganas, con nuevas ideas, con afán de cambiar las cosas que van mal, de mejorar el país… Hay que votar con ilusión, al que enseñe más ilusión y más ganas… Si no nos gobierna alguien con mucha ilusión y con muchas ganas, iremos de ala…
Ya sé que no te voy a cambiar, que tienes tus propias ideas y haces muy bien en tenerlas, pero permíteme que te cuente mis pesares, que te diga mis preocupaciones y esa sensación de que vamos a peor, que si no cambiamos España seremos responsables de nuestras decisiones…
En fin, no sirve el “esto es lo que hay” el “qué le vamos a hacer”, no podemos conformarnos con lo que tenemos, hay que ser utópicos y esperar una España mejor. No podemos dejar a nuestros hijos y nietos esta España corrompida y sin valores. Un abrazo
PD1: A ver si nos aclaramos un poco, ¿en qué quedamos con el no nacido existe, o no es nada? ¿Es hijo, o no es hijo?
Por supuesto que es un hijo de su padre y de su madre. Es un ser vivo que siente, que está creciendo, que oye, que reconoce a su madre en la tripa, que da patadas, que se mueve, que le quieren ya sus padres aun sin haber nacido…
Pero aún así, los matamos, o no cambiamos las leyes para evitarlo…No es un tema de derechas o de izquierdas, es un asunto científico. Hay que ayudar a la madres embarazadas que no pueden mantener a su hijo, hay que cambiar esta horrible tendencia… ¡Qué poca vergüenza!

25/11/15

¿A qué estamos esperando para acogerlos?

PD3: No acogemos a los refugiados sirios que emigran huyendo del Estado Islámico, con muchos motivos. Este entre otros:
Esto es el por qué huyen de Siria y se tienen que refugiar y ganar la vida en Occidente…
Y los refugiados, nosotros hace años, necesitan que se les traten como personas, no como números. Seguimos haciendo las cosas mal, muy mal…
ESPECTACULAR ESTATUA DEL FRANCES BRUNO CATALANO QUE SIMBOLIZA EL VACIO QUE PRODUCE EN EL SER ,EL VERSE OBLIGADO A ABANDONAR TU CASA, TU VIDA, TU TIERRA, TUS RAICES... POR CUALQUIER RAZÓN
¿A qué coño esperamos para ayudarles?

24/11/15

¿Que podemos hacer tu y yo para promover la PAZ?

PD3: Este desastre de paz mundial rota, este sinsentido de las guerras, ¿qué puedes hacer tú para promover la paz mundial? Lo contestó muy bien la Madre Teresa: Ir a tu casa y amar a tu familia.

23/11/15

¿quién se salvará?

PD1: ¿Quién irá al cielo? No pienses que solo iremos los católicos apostólicos y romanos… Ni mucho menos. Se salvarán muchos que no sean cristianos. Imagínate que hubieras nacido en Egipto y fueras musulmán y creyeras al Profeta y cumplieras sus mandatos, siendo bueno y practicando tus creencias con plenitud, Seguro que te salvarás. O que hubieras nacido bajo una familia protestante y actuaras con rectitud y bondad, seguro que te salvarás también. O imagínate que naces en una familia atea, que no practica por costumbre, por desconocer la fe cristiana, que es muy buena gente y se cuida y se quiere, y cumple con la Ley Natural…, pues es muy posible que se salve también. Dios es misericordioso y querrá que estemos muchos con Él en el paraíso.

Pero cuidado si conociendo lo rechazas, si sabiendo lo que nos pide, antepones tu yo, tu soberbia, el mundo material que nos rodea, o tu propio egoísmo y pereza para no cumplir lo que sí conoces. Cuidadito, cuidadito, que la misericordia es muy grande, pero la libertad que nos ha dado también… Nos espera siempre, nos lanza mensajes de amor para que le sigamos. No debemos rechazarlos, ni esperar al último segundo…

20/11/15

cuando hago algo mal...

PD6: Cuando hago algo mal, siempre tengo razones...si lo hacen los demás, siempre son excusas. ¡Qué bien pensamos siempre de uno mismo, y que mal del prójimo! Es nuestro fatídico complejo de inferioridad que se mezcla con nuestra alta dosis de orgullo y vanidad. Ay!!!

19/11/15

inteligencia...

PD3: ¿Eres inteligente?

Como regla general siempre se ha considerado inteligente a la persona que sabía resolver complicados problemas técnicos o intrincados raciocinios filosóficos.

Con el paso del tiempo llega la superespecialización, que básicamente consiste en saber muchísimo de casi nada.

Nos estamos encontrando una sociedad en la que algunas personas tienen un conocimiento altísimo de pequeñas parcelas del saber, pero a la larga desconocen, y parece que no les interesa ver, la realidad en su conjunto.

Así, y como es lógico, se está llegando cada vez más a seguir, en cuestiones vitales para nuestras vidas, opiniones de personas que son famosas por otros temas.

El problema está en que sus opiniones, muchas veces, las tomamos los demás como incuestionables. Confiamos en quien las dice por su prestigio, por su popularidad, como si las dijeran sabios en esa materia, pero la realidad es que no saben más que el ciudadano medio.

A esto se une la visión clásica de que «el inteligente es el que llega con la razón más lejos que los demás»; definición que, por muy clásica que sea, no deja de ser un reduccionismo ya que, además de una racional, hay otros tipos de inteligencia.

Uno de esos tipos de inteligencia es la emocional, pero igualmente existe una inteligencia social, numérica, espacial…

Cuestionémonos: ¿quién es más inteligente, la persona que sabe hacer complicadas operaciones de cálculos matemáticos y financieros, o aquélla que consigue tener una familia unida y feliz donde la mujer, el marido los hijos están a gusto en casa?

Concederle el criterio de inteligencia sólo a lo que tomamos por intelectual es, en mi opinión, un error. La persona ha de tener una visión de su vida en conjunto; no puede dividirse en trabajo, familia, amistades, aficiones... Tiene que saber unir de manera inteligente todas esas facetas que constituyen la vida de las personas.

«Es que para llegar a ser un alto científico hay que ser muy inteligente», se puede contestar.

¿Y para conseguir armonizar una familia feliz no hay que ser muy inteligente? Miremos la sociedad y saquemos conclusiones.

El más inteligente siempre tiene una visión medianamente completa de la realidad.

Nadie será capaz de conseguir una familia armoniosa si no tiene en su vida esa visión.

Para conseguir una vida satisfactoria hay que formar la inteligencia emocional. ¿No creen que dedicamos mucho tiempo a la formación de la inteligencia racional y poco o ninguno a la inteligencia emocional?

No olvidemos que la formación de las otras inteligencias, sin descuidar la racional, nos va a dar más felicidad como personas que, a fin de cuentas, es lo que somos. ¡Ánimo!

18/11/15

¿por qué?

PD2: ¿Y Dios por qué permite estos crueles atentados

¿Dónde estaba Dios este viernes cuando los atentados de París?

El atentado de este viernes en París es una realidad cotidiana en países como Siria e Irak, pero el estupor que ha causado en Europa no se debe sólo a que hayamos visto de cerca la muerte y la acción depravada del terrorismo yihadista. Se debe, sobre todo, a que nadie puede acostumbrarse al sufrimiento de un inocente y al misterio del mal.

La pregunta vuelve a surgir: ¿Dónde estaba Dios la noche del viernes en París?

Desde luego, no en la acción de los terroristas que mataban en su Nombre. Nada hay más ajeno al Dios verdadero que la destrucción de sus hijos y de sus criaturas. El Magisterio de la Iglesia recuerda que los musulmanes se dirigen al mismo Dios Padre que los cristianos. Y Dios es amor.

Tampoco estaba en los arrebatos de ira y de racismo visceral que estas acciones suelen hacer surgir hasta en personas de bien, aunque no lo exterioricen. El odio incrementa el odio, porque es el alimento del diablo.

Y desde luego, no estaba de brazos cruzados mirando para otro lado, insensible a lo que les suceda a los hombres.

¿Dónde estaba Dios, entonces? ¿Es el mal una muestra de que no existe?

En absoluto. La noche del viernes, Dios estaba siendo asesinado por la libertad mal empleada. Dios fue hecho rehén y fue muerto. Fue degollado, tiroteado, graneado. Dios estaba consolando y compadeciendo (padeciendo con) a cada familiar y amigo afectado de lleno por los terroristas. Dios estaba gritando desgarradoramente silencioso en cada sagrario, llorando en el Sacramento para que los terroristas no atentasen. Dios estaba preso de su amor, que dio libertad a los hombres. Dios estaba, de nuevo, crucificado en el dolor.

Y estaba, y está, en el corazón de todos los hombres y mujeres que no desean devolver mal por mal. Que anhelan la paz y la justicia. Que desean que a los asesinos se les frene, no por sed de venganza, sino por deseo de concordia.

El misterio del mal nos pone ante nuestras propias limitaciones. Por eso, ante el misterio del mal es necesario rezar. Rezar por las víctimas y por sus familias. Y rezar para que los yihadistas se conviertan. Pero de verdad. No sólo para que dejen de matar, sino para que no condenen su alma. Los cristianos no deseamos ver arder en el infierno a los asesinos del Estado Islámico, sino verlos arrepentidos con un corazón contrito, pidiendo perdón por el daño causado, pagando justamente sus crímenes y sabiéndose abrazados por el amor misericordioso de Jesucristo, que también murió por ellos.

17/11/15

queremos ser buenos, pero hacemos cosas malas...

PD2: Que de actualidad es lo que decía San Pablo a los romanos hace casi 2000 años. Como se repite hoy en nosotros: Queremos hacer cosas buenas, pero a veces, hacemos cosas malas sin querer. ¿Por qué hacemos cosas malas si no querríamos hacerlas? Por culpa de nuestra naturaleza pecadora…

“Sé muy bien que no es bueno eso que habita en mi, es decir, en mi carne; porque el querer lo bueno lo tengo a mano, pero el hacerlo, no.
El bien que quiero hacer no lo hago; el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago.
Entonces, si hago precisamente lo que no quiero, señal que no soy yo el que actúa, sino el pecado que habita en mi.
Cuando quiero hacer lo bueno, me encuentro inevitablemente con lo malo en las manos.
En mi interior me complazco en la ley de Dios, pero percibo en mi cuerpo un principio diferente que guerrea contra la ley que aprueba mi razón, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mi cuerpo.
¡Desgraciado de mi! ¿Quién me librará de este cuerpo presa de la muerte?
Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, y le doy gracias.”

16/11/15

paz

PD2: El terrorismo islámico es un desastre. Las reacciones o consecuencias son aún peores. Este fin de semana se destilaba odio hacia los musulmanes en general. Se quiere una revancha. Se quiere luchar contra alguien que se esconde entre nosotros, y eso es muy difícil. Lo más fácil es lanzar muchas bombas a los de ISIS en donde están, para que se cabreen más. No sé yo si esto es muy bueno.

Llevamos desde las Torres Gemelas luchando en una guerra contra un terrorismo que mata y se inmola. Y su solución no es fácil. Se piden rezos, yo soy el primero que lo he hecho, por las víctimas y familiares. Pero no es muy cristiano este odio. ¿No deberíamos perdonar al que nos abofetea, poner la otra mejilla, no odiar? El Señor nos enseñó un mensaje de amor a nuestros enemigos. Amar solo al que nos quiere es muy fácil. Lanzar miles de bombas a los musulmanes no es la solución…

Desde que el ser humano existe se ha dedicado a guerrear contra su adversario, por territorios, por religión, por venganza… No hemos cambiado. Nuestra historia es una guerra continua, matanzas y muertes sin sentido. Odio y rencor. Pido paz, perdón, y + amor

13/11/15

como será el cielo...

PD2: Me imagino el cielo como algo distinto de la vida terrena. Me imagino un mundo especial, donde estaremos dedicados a otra cosa distinta que los placeres habituales de ahora. No, dudo que lo más importante sea lo que hacemos aquí: comer, beber, “el pito”, tener una familia, trabajar para ganarnos la vida, fardar, criticar al prójimo, pensar solo en uno mismo…, hacer deporte, disfrutar de la naturaleza… Nada de eso. Los que lleguemos al cielo recuperaremos nuestro cuerpo, y no creo que debamos alimentarlo como ahora, ni que nos genere tanto tiempo en cuidarlo… Nos tiene que durar una eternidad y ya habrá pensado Dios en cómo será eso posible. Posiblemente estas cosas mundanas que tanto tiempo nos quitan, no serán necesarias. No creo que haya la dimensión terrenal de espacio-tiempo. Nos moveremos por todos los sitios en todos los tiempos…, eso creo yo. Cada uno se imagina el cielo como quiere y entiende…

Me imagino viendo a Dios, el mayor amor posible, que tanto nos ha querido. Me imagino entenderle, ver cómo actúa con los demás, me imagino que me pareceré mucho más a Él, que me usará para que le ayudemos, que su amor me envolverá y me dejará saciado, que no necesitaré de las cosas terrenas actuales para satisfacer mi yo. Me imagino queriendo a los demás tanto como Él. Y me imagino que conoceremos todo lo que ha hecho por nosotros con total detalle. Estoy seguro que, libre de la concupiscencia de los sentidos, gozando de su amor y amando al resto, seremos muy felices.

12/11/15

¿cómo reaccionamos al enfadarnos?

PD4: Al Señor le dieron una bofetada en la cara que le dolió. No se comportó como si no hubiera pasado nada, por muy bueno que fuera… No reaccionó con ira y gran enfado; podía haber causado estragos… Su comportamiento fue de enojo, ¿por qué me pegas? Si he dicho la verdad…, si he mentido…

Nosotros, que intentamos imitar a Jesucristo, ¿qué hacemos? Aceptamos los golpes de la vida sin reaccionar; nos enfadamos mucho y nos revelamos en demasía con los males que nos pasan… O nos preguntamos los por qué y para qué de los envites que nos da la vida. ¡Qué cantidad de cosas hay que aceptar con gratitud, ya que, aunque no las entendamos, sabemos que nos las han mandado! Pero podemos protestarle al Señor y preguntarle, en la oración, todos las dudas que nos surjan… No seamos pusilánimes, ni reaccionemos con ira. Imitemos al Señor.

11/11/15

sexo o amor en el matrimonio...

PD1: Hoy toco un tema tabú, el sexo en el matrimonio… Si lo quieres leer entero, aquí

La buena relación sexual en la vida de la pareja es de fundamental importancia para su armonía y depende de la armonía conyugal. La vida sexual tiene dos dimensiones: unitiva y procreativa. La dimensión unitiva significa que el sexo es un medio de unidad de la pareja. En la relación sexual, más que nunca, la pareja se vuelve una sola carne.

El acto sexual, para la pareja, es la más intensa manifestación de su amor, es la celebración del amor a nivel afectivo y sensitivo. Por lo tanto, no puede haber sexo sin profundo amor. Sólo puede vivirse en el matrimonio, porque sólo en el matrimonio existe un compromiso para toda la vida, y la responsabilidad de asumir sus consecuencias, especialmente los hijos. Si quitamos el amor, el sexo se transforma en mera prostitución: sexo sin amor, sin compromiso.

Está claro que la luz que debe guiar la relación es el amor y no el egoísmo. Habrán momentos en la vida de la pareja que la relación sexual será imposible. Cuando la esposa está embarazada, o próxima a dar a luz, tras el parto, por una cirugía, etc. En esas ocasiones, y en muchas otras, por sentido común, pero también por caridad con la pareja, la otra parte tendrá que respetar.

He oído a mujeres que se quejan que los maridos las obligan a hacer lo que ellas no quieren y no aceptan en el acto sexual. En este caso, es una violencia obligarlas a eso. Aquello que cada uno acepta, las caricias en preparación al acto sexual, deben realizarse con libertad. Es legítimo que el esposo prepare a la esposa para alcanzar ambos el orgasmo. El esposo debe guiarse por la orientación de la esposa, que sabrá mostrarle naturalmente lo que necesita para llegar al orgasmo con él.

No es fácil muchas veces la adaptación sexual de la pareja, y a veces lleva años. También ahí se debe tener paciencia y bondad con el otro, para ayudarlo a superar sus dificultades.

Para llegar al orgasmo, la mujer necesita ser verdaderamente amada, respetada, valorada, protegida, etc., por su esposo, más que entregarle el cuerpo, ella le entrega el corazón. El acto sexual para ella no comienza en la cama, sino en el café de la mañana, en el beso de despedida al ir a trabajar, en la llamada de teléfono durante el día, en una flor, etc.

Hay parejas que ofenden al otro durante el día y por la noche quieren tener una dulce relación, es imposible. No te olvides que el sexo es manifestación de amor. ¿Cómo se manifiesta el amor si no existe? ¿Cómo unir bien los cuerpos si los corazones no están unidos?

10/11/15

¿interesa la cultura? Nada de nada...

PD4: El turismo está decadente. ¿Qué le interesa ahora a la gente? Los museos, de lejos; las iglesias, desde fuera; y las cervecerías, por dentro... No interesa el arte, sólo piensan en cómo llenarse la barriga de lo que sea…

6/11/15

el gran abrazo, uno muy fuerte

PD4: En este mes de difuntos, debemos plantearnos como nos enfrentamos a la muerte. A mí no me asusta. Los que ven a Dios como amor, que le ven misericordioso, que han empleado su vida en amar, en darse a los demás, en compartir…, esperan el abrazo de Dios en el día de su muerte. Van a la muerte sin dudas, sabiendo que conocerán el Amor de Dios y sabiendo que su vida no se acaba en los pocos años que hemos estado en la Tierra…

En mi caso, que he dado tantos abrazos a tanta gente, he estrechado tantas manos, he dado tantos besos de amistad y de amor, estoy plenamente seguro que el día que me muera, me dará el Señor un gran abrazo, uno fortísimo, y me enseñará todos los misterios de la vida y de su Amor. Veré a Dios y lo que hace en cada uno de nosotros. Y lo disfrutaré años y años, toda una segunda vida, recuperando mi cuerpo, que me gusta, sin esos achaques actuales, y supongo que estaré por ahí flotando, viendo todas las maravillas que van pasando y pasarán.

Hay aficionados a ciertas cosas que ven el cielo como una vida haciendo eso que más les gusta. Yo me veo más sentado en una nube, viendo el amor de Dios y como quiere a cada uno individualmente, como es de maravilloso el mundo que nos dio, y como será de buena la segunda vida en nuestro cuerpo no corrupto que nos dará…

5/11/15

a pesar de nuestros errores...

PD2: "¡No perdamos nunca la esperanza! Dios nos ama siempre, incluso con nuestros errores y nuestros pecados", Francisco.

4/11/15

¿odian los cristianos?

PD6: Ante la afirmación de que “los cristianos odian a los homosexuales y a los que abortan” no podemos quedarnos impávidos. No es verdad. El cristiano no odia a nadie. El Señor nos enseñó a amar por encima de todo, nos mostró su misericordia. Nos enseñó a amar a los demás, al margen de cómo sean o de lo que hayan hecho. Así que no te confundas, los cristianos amamos también a los homosexuales y a los que por cualquier motivo hayan tenido que abortar.

3/11/15

darse + abrazos

PD3: “Si la gente se abrazase más, no existiría tantos prostíbulos, ni tanta pornografía” (Richard Cohen)

2/11/15

¿Estás triste?

PD3: Remedios contra la tristeza:

Los cinco remedios de santo Tomás de Aquino contra la tristeza

Cada uno de nosotros ha atravesado días tristes, días en los cuales no se logra superar una cierta pesadez interior que contamina el ánimo y dificulta las relaciones con los demás. ¿Existe algún truco para superar el malhumor y recuperar la sonrisa? Santo Tomás de Aquino propone cinco remedios de sorprendente eficacia contra la tristeza

El primer remedio es concederse un placer. Es como si el famoso teólogo hubiese intuido ya hace siete siglos la idea, tan difundida hoy, de que el chocolate es antidepresivo. Quizá parezca una idea materialista, pero es evidente que una jornada llena de amarguras puede terminar bien con una buena cerveza. Que algo así sea contrario al Evangelio es difícilmente demostrable: sabemos que el Señor participaba con gusto en banquetes y fiestas, y tanto antes como después de la Resurrección disfrutó con gusto de las cosas bellas de la vida. Incluso un Salmo afirma que el vino alegra el corazón del hombre (aunque es preciso aclarar que la Biblia condena claramente las borracheras).

El segundo remedio es el llanto. A menudo, un momento de melancolía es más duro si no se logra encontrar una vía de escape, y parece como si la amargura se acumulase hasta impedir llevar a cabo la tarea más pequeña. El llanto es un lenguaje, un modo de expresar y deshacer el nudo de un dolor que a veces nos puede asfixiar. También Jesús lloró. Y Papa Francisco señala que «ciertas realidades de la vida se ven solamente con ojos que han sido limpiados por las lágrimas. Invito a cada uno de vosotros a preguntarse: ¿Yo he aprendido a llorar?»

El tercer remedio es la compasión de los amigos. Me viene a la cabeza el personaje del amigo de Renzo, en el famoso libro Los novios, que en una gran casa deshabitada a causa de la peste va desgranando las grandes desgracias que han sacudido a su familia. «Son hechos horribles, que jamás hubiera creído que llegaría a ver; cosas que quitan la alegría para toda la vida; pero hablarlas entre amigos es un alivio». Es algo que hay que experimentar para creerlo. Cuando uno se siente triste, tiende a ver todo de color gris. En esas ocasiones es muy eficaz abrir el alma con algún amigo. A veces basta un mensaje o una llamada de teléfono breve y el panorama se ilumina de nuevo.

El cuarto remedio contra la tristeza es la contemplación de la verdad, del fulgor veritatis del que habla san Agustín. Contemplar el esplendor de las cosas, en la naturaleza o una obra de arte, escuchar música, sorprenderse con la belleza de un paisaje… puede ser un eficaz bálsamo contra la tristeza. Un crítico literario, pocos días después del fallecimiento de un querido amigo, tenía que hablar sobre el tema de la aventura en Tolkien. Inició así: «Hablar de cosas bellas ante personas interesadas es para mí un verdadero consuelo…»

El quinto remedio propuesto por santo Tomás es el que quizá uno menos podría esperar de un maestro medieval. El teólogo afirma que un remedio fantástico contra la tristeza es dormir y darse un baño. La eficacia del consejo es evidente. Es profundamente cristiano comprender que para remediar un mal espiritual a veces resulta necesario un alivio corporal. Desde que Dios se ha hecho Hombre, y por tanto ha asumido un cuerpo, el mundo material ha superado la separación entre materia y espíritu.

Un prejuicio muy difundido es que la visión cristiana del hombre se basa sobre la oposición entre alma y cuerpo, y este último sería siempre visto como una carga u obstáculo para la vida espiritual. En realidad, el humanismo cristiano considera que la persona (alma y cuerpo) resulta completamenteespiritualizada cuando busca la unión con Dios. Usando palabras de san Pablo, existe un cuerpo animal y un cuerpo espiritual, y nosotros no moriremos, sino que seremos transformados, porque es necesario que este cuerpo corruptible se vista de incorruptibilidad, que este cuerpo mortal se vista de inmortalidad.

«Nadie considere extraño tomar un médico del cuerpo como guía para una enfermedad espiritual», afirma santo Tomás Moro, reafirmando el pensamiento de su homónimo medieval: «El cuerpo y el alma están tan estrechamente unidos que juntos forman una sola persona, y así el malestar de uno de los dos genera en ocasiones el malestar de ambos. Por tanto, aconsejaría a todos que, ante cualquier enfermedad del cuerpo, se confiesen, y que busquen un buen médico espiritual para la salud del alma; asimismo, aconsejo que para algunas enfermedades del alma, además del médico espiritual, se busque el consejo del médico del cuerpo».

A través de estos cinco remedios se realiza la promesa divina y humana de Jesús: «Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se transformará en alegría».