31/12/14

que nos espera en 2015

PD5: Ya lo habrás visto, pero es lo más positivo de los últimos meses, el poner el esfuerzo de todos al servicio común, es esa generosidad de la gente española que tanto hemos apreciado siempre. Ojalá sigamos siendo así de buenos toda la vida. Anuncio de Campofrío: https://www.youtube.com/watch?v=QUIpiL_CS9I

FELIZ Y PROSPERO AÑO 2015!!!

30/12/14

No seas tragón

PD2: No llegues a la mesa y te pongas a tragar. Espera a los otros, da las gracias por lo que te vas a jamar…

Hay que dar muchas gracias por el esfuerzo que se hace para que podamos comer caliente todos los días. Gracias al que lo ha preparado (mucho esfuerzo por hacer la compra, por estar en los fogones, porque esté muy rico…), y a Dios por regalarnos la vida y el pan nuestro de cada día…

29/12/14

educar...

PD4: Educar es como podar un árbol:

…Con el temperamento se nace, pero el carácter se hace; a base, eso sí, de ir podando todo aquello que nos sobra o que no impide crecer. No se trata de cortar por lo sano, sino de ir tallando esas menudencias, o no tan menudas, que hacen que se desparrame la savia por lo accesorio y quede desnutrido el tronco. Saber qué ramas hay que cortar y cuáles no, por dónde hacerlo y cómo, no es fácil, aunque resulta imprescindible. Por eso, la poda es un arte para el que hay que tener oficio: un árbol mal podado no crece bien.

Pero la poda es dolorosa. Si un árbol pudiera sentir, seguramente que le dolería cada vez que las tijeras le amputan lo que le sobra, pero el agricultor no se ablanda porque sabe que es por su bien. Por eso, prescindir de lo prescindible, de esa golosina, de esa nueva aplicación del móvil, de eso que todos tienen, de nuestras postizas preocupaciones, de todo eso secundario que ponemos en primer lugar, de lo trivial que no vital… resulta incómodo, doloroso, arduo…, pero nos asegura un crecimiento personal más firme y seguro…

26/12/14

hay que intentarlo...

PD4: La vida es un puro intento.... y a veces hasta se consigue. ¡¡Nunca dejes de intentarlo!!. No te rindas…, mucho ánimo!!!

23/12/14

alegría

PD3: Nace enseguida. Si no has hecho nada estos días, aún estás a tiempo. Estate alegre, muy alegre…, contágialo a los demás, que no te turben las perezas, las reuniones familiares… Bendice antes de comer la cena de Nochebuena, vete a la Misa del Gallo…, sonríe.

Nacimiento de Jesús en Belén

Veo el interior de este pobre albergue rocoso que María y José comparten con los animales. La pequeña hoguera está a punto de apagarse, como quien la vigila a punto de quedarse dormido. María levanta su cabeza desde la especie de lecho y mira. Ve que José tiene la cabeza inclinada sobre el pecho como si estuviese pensando, y está segura que el cansancio ha vencido su deseo de estar despierto. María se sienta, y luego se arrodilla. Reza. Es una sonrisa de bienaventurada la que llena su rostro. Ora con los brazos abiertos no en forma de cruz, sino con las palmas hacia arriba y hacia adelante, y parece como si no se cansase con esta posición. Luego se postra contra el heno orando más intensamente. Una larga plegaria.

José se despierta. Ve que el fuego casi se ha apagado y que el lugar está casi oscuro. Echa unas cuantas varas. La llama prende. Le echa unas cuantas ramas gruesas, y luego otras más, porque el frío debe ser agudo. Un frío nocturno invernal que penetra por todas las partes de estas ruinas. El pobre José, como está junto a la puerta  llamemos así a la entrada sobre la que su manto hace las veces de puerta debe estar congelado. Acerca sus manos al fuego. Se quita las sandalias y acerca los pies al fuego. Cuando ve que éste va bien y que alumbra lo suficiente, se da media vuelta. No ve nada, ni siquiera lo blanco del velo de María que formaba antes una línea clara en el heno oscuro. Se pone de pie y despacio se acerca a donde está María. « ¿ No te has dormido? » le pregunta. « ¿ Te hace falta algo? » « Nada, José. » « Trata de dormir un poco. Al menos de descansar. » « Lo haré. Pero rezar no me cansa. » « Buenas noches, María. » « Buenas noches, José».

María vuelve a su antigua posición. José, para no dejarse vencer otra vez del sueño, se pone de rodillas cerca del fuego y ora. Ora con las manos juntas sobre la cara. Las mueve algunas veces para echar más leña al fuego y luego vuelve a su ferviente plegaria. Fuera del rumor de la leña que chisporrotea, y del que produce el borriquillo que algunas veces golpea su pesuña contra el suelo, otra cosa no se oye. Un rayo de luna se cuela por entre una grieta del techo y parece como hilo plateado que buscase a María. Se alarga, conforme la luna se alza en lo alto del cielo, y finalmente la alcanza. Ahora está sobre su cabeza que ora.

María levanta su cabeza como si de lo alto alguien la llamase, nuevamente se pone de rodillas. Yo sólo veo que a su alrededor la luz aumenta, aumenta, aumenta. Parece como si bajara del cielo, parece como si manara de las pobres cosas que están a su alrededor, sobre todo parece como si de Ella procediese. La luz crece cada vez más. Es irresistible a los ojos. En medio de ella desaparece, como absorbida por un velo de incandescencia, ... y de ella emerge la Madre.

Sí. Cuando soy capaz de ver nuevamente la luz, veo a María con su Hijo recién nacido entre los brazos. Un Pequeñín, de color rosado y gordito, que gesticula y mueve Sus manitas, y Sus piececitos; que llora con una vocecita trémula, como la de un corderito que acaba de nacer, abriendo Su boquita y que enseña una lengüita que se mueve contra el paladar rosado; que mueve Su cabecita tan rubia que parece como si no tuviese ni un cabello, una cabecita redonda que la Mamá sostiene en la palma de su mano, mientras mira a su Hijito, y lo adora ya sonriendo, ya llorando; se inclina a besarlo no sobre Su cabecita, sino sobre Su pecho, donde palpita Su corazoncito, que palpita por nosotros.

El buey, que se ha despertado al ver la claridad, se levanta dando fuertes patadas sobre el suelo y muge. El borrico vuelve su cabeza y rebuzna. Es la luz la que lo despierta. José que oraba tan profundamente que apenas si caía en la cuenta de lo que le rodeaba, se estremece, y por entre sus dedos que tiene ante la cara, ve que se filtra una luz. Se quita las manos de la cara, levanta la cabeza, se voltea. El buey que está parado no deja ver a María. Oye que la Virgen grita: « José, ven. » José corre. Y cuando ve, se detiene, presa de reverencia, y está para caer de rodillas donde se encuentra, si no es que María insiste: « Ven, José», se sostiene con la mano izquierda sobre el heno, mientras que con la derecha aprieta contra su corazón al Pequeñín. Se levanta y va a José que camina temeroso, entre el deseo de ir y el temor de ser irreverente. A los pies de la cama de paja ambos esposos se encuentran y se miran con lágrimas llenas de felicidad.

« Ven, ofrezcamos a Jesús al Padre» dice María. Y mientras José se arrodilla. Ella levanta a su Hijo entre los brazos y dice: « Heme aquí. En Su Nombre, ¡ oh Dios! te digo esto. Heme aquí para hacer Tu Voluntad. Y con El, yo, María y José, mi esposo. Aquí están Tus siervos, Señor. Que siempre hagamos a cada momento, en cualquier cosa, Tu Voluntad, para gloria Tuya y por amor Tuyo. » 

Luego María se inclina y dice: « Tómalo, José» y ofrece al Pequeñín. « ¿ Yo? ¿ Me toca a mí? ¡ Oh, no! ¡ No soy digno! » José está terriblemente despavorido, aniquilado ante la idea de tocar a Dios. Pero María sonriente insiste: «Eres digno de ello. Nadie más que tú, y por eso el Altísimo te escogió. Tómalo, José y tenlo mientras voy a buscar los pañales. » José, rojo como la púrpura, extiende sus brazos, toma ese montoncito de carne que chilla de frío y cuando lo tiene entre sus brazos no siente más el deseo de tenerlo separado de sí por respeto, se lo estrecha contra el corazón diciendo en medio de un estallido de lágrimas: « ¡ Oh, Señor, Dios mío! » y se inclina a besar los piececitos y los siente fríos.

Se sienta, lo pone sobre sus rodillas y con su vestido café, con sus manos procura cubrirlo, calentarlo, defenderlo del viento helado de la noche. Quisiera ir al fuego, pero allí la corriente de aire que entra es peor. Es mejor quedarse aquí. No. Mejor ir entre los dos animales que defienden del aire y que despiden calor. Y se va entre el buey y el asno y se está con las espaldas contra la entrada, inclinado sobre el Recién nacido.

María abrió ya el cofre, y sacó ya lienzos y fajas. Ha ido a la hoguera a calentarlos. Viene a donde está José, envuelve al Niño en lienzos tibios y luego en su velo para proteger Su cabecita. «¿ Dónde lo pondremos ahora?» pregunta. José mira a su alrededor. Piensa... « Espera » dice. « Vamos a echar más acá a los dos animales y su paja. Tomaremos más de aquella que está allí arriba, y la ponemos aquí dentro. Las tablas del pesebre lo protegerán del aire; el heno le servirá de almohada y el buey con su aliento lo calentará un poco. Mejor el buey. Es más paciente y quieto. » Y se pone hacer lo dicho, entre tanto María arrulla a su Pequeñín apretándoselo contra su corazón, y poniendo sus mejillas sobre la cabecita para darle calor. 

José vuelve a atizar la hoguera, sin darse descanso, para que se levante una buena llama. Seca el heno y según lo va sintiendo un poco caliente lo mete dentro para que no se enfríe. Cuando tiene suficiente, va al pesebre y lo coloca de modo que sirva para hacer una cunita. « Ya está » dice.

María, con su dulce caminar, lo trae, lo coloca, lo cubre con la extremidad del manto; le envuelve la cabecita desnuda que sobresale del heno y la que protege muy flojamente su velo sutil. Tan solo su rostro pequeñito queda descubierto, gordito como el puño de un hombre, y los dos, inclinados sobre el pesebre, bienaventurados, lo ven dormir su primer sueño, porque el calor de los pañales y del heno han calmado Su llanto y han hecho dormir al dulce Jesús.

Visiones de María Valtorta (Escrito el 6 de junio de 1944)

22/12/14

están llegando a Belén...

PD4: ¡Pobre San José! ¡Qué importante ha sido y que poco se le ha tenido en cuenta…!: Llegada a Belén

Vuelve a continuar su camino. Una concavidad más extensa se deja ver desde la cresta a la que han llegado. En la concavidad, arribo y abajo, a lo largo de las suaves pendientes que la rodean, se ven casas y casas. Es Belén. José piensa en lo urgente que es encontrar un refugio, y apresura el paso. Puerta tras puerta pide alojo. Nada. Todo está ocupado. Llegan al albergue. Está lleno hasta en los portales, que rodean el patio interior. José deja a María que sigue sentada sobre el borriquillo en el patio y sale en busca de algunas otras casas. Regresa desconsolado. No hay ningún alojo. El crepúsculo invernal pronto se echa encima y empieza a extender sus velos. José suplica al dueño del albergue. Suplica a viajeros. Ellos son varones y están sanos. Se trata ahora de una mujer próxima a dar a luz. Que tengan piedad. Nada. María pone su mano sobre la muñeca de José para calmarlo. Le dice: « No insistas. Vámonos. Dios proveerá. »

Salen. Siguen por los muros del albergue. Dan vuelta por una callejuela metida entre ellos y casuchas. Le dan vuelta. Buscan. Allí hay algo como cuevas, bodegas, más bien que apriscos, porque son bajas y húmedas. Las mejores están ya ocupadas. José se siente descorazonado.

« Oye, galileo » le grita por detrás un viejo. « Allá en el fondo, bajo aquellas ruinas, hay una cueva. Tal vez no haya nadie. » Se apresuran a ir a esa cueva. Es una madriguera. Entre los escombros que se ven hay un agujero, más allá del cual se ve una cueva excavada en el monte. Parece que sean los antiguos fundamentos de una vieja construcción, a la que sirven de techo los escombros caídos sobre troncos de árboles.

Como hay muy poca luz y para ver mejor, José saca la yesca y prende una candileja que toma de la alforja que trae sobre la espalda. Entra y un mugido lo saluda. « Ven, María. Está vacía. No hay sino un buey. » José sonríe. « Mejor que nada ... » María baja del borriquillo y entra. José puso ya la candileja en un clavo que hay sobre un tronco que hace de pilar. Se ve que todo está lleno de telarañas. El suelo, que está batido, revuelto, con hoyos, guijarros, desperdicios, excrementos, tiene paja. En el fondo, un buey se vuelve y mira con sus quietos ojos. Le cuelga hierba del hocico. Hay un rústico asiento y dos piedras en un rincón cerca de una hendidura. 

Lo negro del rincón dice que se hizo fuego. María se acerca al buey. Tiene frío. Le pone las manos sobre su pescuezo para sentir lo tibio de él. El buey muge, pero no hace más, parece como si comprendiera. Lo mismo cuando José lo empuja para tomar mucho heno del pesebre y hacer un lecho para María. El pesebre es doble, esto es, donde come el buey, y arriba una especie de estante con heno de repuesto, y de este toma José no se opone.

Hace lugar aun al borriquillo que cansado y hambriento, se pone al punto a comer. José voltea también un cubo con abolladuras. Sale, porque afuera vio un riachuelo, y vuelve con agua para el borriquillo. Toma un manojo de varas secas que hay en un rincón y se pone a limpiar un poco el suelo. Luego desparrama el heno. Hace una especie de lecho, cerca del buey, en el rincón más seco y más defendido del viento. Pero siente que está húmedo el heno y suspira. Prende fuego, con paciencia, seca poco a poco el heno junto al fuego.

María sentada en el banco, cansada, mira y sonríe. Todo está ya pronto. María se acomoda lo mejor que puede sobre el muelle de heno, con las espaldas apoyadas contra un tronco. José adorna todo aquel... ajuar, pone su manto como una cortina en la entrada que hace de puerta. Una defensa muy pobre. Luego da a la Virgen pan y queso, y le da a beber agua de una cantimplora. « Duerme ahora» le dice. « Yo velaré para que el fuego no se apague. Afortunadamente hay leña. Esperamos que dure y que arda. Así podemos ahorrar el aceite de la lámpara. » María obediente se acuesta. José la cubre con el manto de ella, y con la capa que tenía antes en los pies. «Pero tu vas a tener frío... » «No, María. Estoy cerca del fuego. Trata de descansar. Mañana será mejor. » María cierra los ojos. No insiste. José se va a su rincón. Se sienta sobre una piedra, con pedazos de leña cerca. Pocos, que no durarán mucho por lo que veo.

Están del siguiente modo: María a la derecha con las espaldas a la... puerta, semiescondida por el tronco y por el cuerpo del buey que se ha echado en tierra. José a la izquierda y hacia la puerta, por lo tanto, diagonalmente, y así su cara da al fuego, con las espaldas a María. Pero de vez en vez se voltea a mirarla y la ve tranquila, como si durmiese. Despacio rompe las varas y las echa una por una en la hoguera pequeña para que no se apague, para que dé luz, y para que la leña dure. No hay más que el brillo del fuego que ahora se reaviva, ahora casi está por apagarse. Como está apagada la lámpara de aceite, en la penumbra resaltan sólo la figura del buey, la cara y manos de José. Todo lo demás es un montón que se confunde en la gruesa penumbra.

Visiones de María Valtorta  (Escrito el 6 de junio de 1944)

19/12/14

objetivos

PD6: Lo que debemos hacer:

1 work hard

2 teach others

3 complain less

4 be kind and humble

5 show up on time

6 be generous

7 stay teachable

Y sobre todo, ser cariñoso con los demás y pensar por qué, y para qué, estamos aquí…

18/12/14

Feliz Navidad

Mira al Niño y quédate, como José y María, embobado…

¡escuchar!

PD1: De nuevo el Papa Francisco: “¡Qué importante es aprender a escuchar! El diálogo entre esposos es esencial para que una familia viva en paz.”

16/12/14

muy buena gente

PD1: España está llena de gente buena. El sentimiento de solidaridad lo tenemos muy desarrollado. La gente, religiosa o no, se vuelca por las buenas causas, se vuelcan por los más próximos, se ayuda al que lo necesita… El vínculo familiar en España sigue muy arraigado y somos un país de muy buena gente, gracias a Dios, ya que no sé que habría sido de nosotros de otra manera…

tristes y enfadados...

PD5: El Papa Francisco la ha vuelto a clavar. Dice que debemos ver a la iglesia como una madre y no como una solterona enfadada. Mucha gente tiene una mala imagen de la iglesia…, motivos haberlos haylos. Pero a su vez, la iglesia somos todos los cristianos, y muchas veces somos tan poco amorosos, no tenemos ese amor de madre que debemos trasmitir, nosotros, el cura, el obispo, hasta el propio Papa…

Este domingo el cura nos dijo que teníamos cara de estar enfadados, que desde el púlpito nos veía muy serios y tristes. Dentro de pocos días va a nacer de nuevo Jesús, esta debería ser la mayor alegría de los cristianos. Poder recibir al Señor es, también, la mayor alegría del mundo. Pero estamos en las iglesias demasiado poco alegres… Teníamos que estar + sonrientes y contentos…, y menos tristes, o enfadados.

15/12/14

generosidad, disciplina, austeridad, cultura esfuerzo, cooperación, ayuda al más débil...

PD5: La familia numerosa en España está prácticamente en peligro de extinción. Hemos perdido valores como el de la generosidad, que animaban a tener hijos y a crear una familia. Y nos hemos dejado llevar por la dictadura de género y del relativismo, que nos ha llevado a que nuestros jóvenes tengan verdadero temor por formar familias.

La familia numerosa es una portadora nata de valores. La sociedad actual debería encumbrarla en lo más alto, puesto que es un modelo en el que debería mirarse toda la sociedad. Porque se transmite la generosidad, el valor de la disciplina que tanto se echa de menos en el ámbito educativo, la austeridad bien entendida, la cultura del esfuerzo frente a la cultura de la inmediatez. Promueve la cooperación, la ayuda al más débil, en contra del individualismo...

Cuando yo me casé, había pocas familias grandes y muy pocos nos tiramos a la piscina al tener tantos hijos como mi mujer y yo. Ahora, tener tres hijos es heroico… La parejita es esencial… Ánimo, que se puede con todo lo que te eches… Y si tienes cuatro o más, ayudarás a levantar España.

12/12/14

cada hora de trabajo, ofrecida, es una hora rezada

PD2: Cuántas veces pensamos que no tenemos tiempo para rezar. ¡Qué equivocados estamos! Si cada vez que nos levantamos ofrecemos todo el día, todo lo que vamos a hacer, ya estamos rezando. Cada hora de trabajo profesional, cada hora de estudio (los estudiantes), cada hora de trabajo doméstico, desde que llegamos a casa hasta que nos acostamos (criar a los hijos y formarles es un trabajo también), cada hora de todo lo que hacemos al cabo del día, si está ofrecido, es una hora de oración. Así que hay que hacer las cosas muy bien hechas, no le vamos a ofrecer a Dios trabajos mediocres, chapuzas…, Y todo estas horas de trabajo, todas esas horas de estudio, todo ese tiempo son horas de oración. Se puede pedir por cosas concretas, o puede ser de alabanza a Dios y de acción de gracias… Así que no me digas que no tienes tiempo de rezar, ofrece a Dios tu trabajo por algo, pero que no sea por ganar más dinero…

11/12/14

Feliz Navidad

PD2: Este año te felicito la Navidad con dos videos: primero y segundo. Nunca debemos perder la ilusión y sobre todo, debemos regalarles nuestro tiempo.

10/12/14

ayudar a los demás

PD4: A todo el mundo le gusta demasiado el dinero. Todo el mundo basa sus actuaciones en conseguirlo como sea. Se trabaja a destajo para tratar de ganar más y más. Y sabemos que el dinero no da la felicidad. Sabemos que no se es feliz por tener más, sino por dar más a los demás: compañía, amor, sonrisas…

En el día a día se nos brindan muchas oportunidades de ser generosos. No podemos desaprovecharlas. En la rutina diaria, ¡cuántas veces podemos cambiarla para hacer la vida más agradable a los que nos rodean!

En el trabajo, ídem de ídem. Trabajar duro y a conciencia, intentar hacer un trabajo bien hecho y ofrecido, donde se note la generosidad personal de cada uno… Ante la sociedad, ¡cuántas ocasiones tenemos de ayudar a los demás, con dinero, con amabilidad, con sonrisas…! Pues eso, a ponerse las pilas y a actuar…, no podemos esperar a que otros hagan lo que tenemos que hacer nosotros.

9/12/14

no se ha cambiado nada...

PD3: Se quedaron las formas diferentes de familia establecidas por ZP:
Donde incluso falta el que está casado con una televisión, que es lo que más quiere del mundo…, y que es la familia más numerosa en España.
Y la ley del aborto de la ministra de Igualdad de ZP, Bibiana Aído, que no ha tenido “huevos” de cambiar:
Recién nacido es igual que unos meses antes…
Y si le alimentas más, sigue creciendo…
Merluzos!!!

5/12/14

fe y obras

PD4: Lo que diferencia a los cristianos del resto de religiones son dos aspectos: FE y OBRAS. Tenemos fe en Dios y hacemos obras para salvarnos, fundamentalmente, amamos a Dios, al prójimo y a nosotros mismos.

Hay mucha gente que es muy amorosa, que es muy buena con los demás y no son religiosos, no tienen una vida espiritual. La mayoría de los seres humanos son muy buenos y se preocupan de los demás, de sus hijos, del prójimo, y hacen cosas inimaginables. Son un gran ejemplo a otros cristianos que andan perezosos en el buen hacer, en las "obras".

Qué bonito sería si esos que se prodigan en hacer obras lo hicieran por un fin trascendental, y no solo por una solidaridad muy bien entendida. Y qué bonito sería que los cristianos, los que tenemos esa fe que otros carecen, nos prodigáramos en hacer más obras, en amar más a los demás. ¿En qué lado estás, en los que hacen obras, o en los que no?

4/12/14

Indecente...

PD3: Y para colmo de males, tenemos que quitar la cruz para que no se enfaden los musulmanes… Todo por la pasta. ¡Qué vergüenza!

3/12/14

Vivamos en presencia de Dios

PD4: Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado. Podemos hacerle guiños, darle gracias por sus caricias, tratarle…, sin tener que ir a una iglesia a visitarle. Cristo vive y está con nosotros a todas horas y en todas partes, solo espera que nos acordemos de hablarle…, de que existe, está en todas partes y todo lo sabe.

2/12/14

En España la gente es feliz...

PD4: Y nosotros tan felices… En el último barómetro del CIS del 5/11, me ha interesado una pregunta que se hacía a los españoles sobre su sentimiento de felicidad. A pesar de la crisis económica, a pesar de la corrupción que nos invade, a pesar de las dificultades por las que atravesamos, la vida sigue, sobrevivimos, España es un país donde la gente es feliz…, menos mal!!!

1/12/14

yo, me, mi, conmigo...

PD3: Cuando, de pequeños, nos poníamos por delante en el hablar, nuestras madres nos decían para corregirnos: “el burrito por delante para que no se espante”, queriéndonos advertir que no está bien decir “Yo y mi hermano”, sino que es más correcto: “Mi hermano y yo”. Nuestro inocente egoísmo infantil nos hacía ponernos en primer lugar, pero nuestras madres sabían que debíamos ceder el sitio a los demás en el decir, no sólo por una cuestión de corrección gramatical, sino también como una forma de aplacar nuestras impulsivas presunciones. Y es que las palabras educan.

Las palabras se las lleva el viento. Las palabras dejan un rastro, una huella, un esquema mental que, como un molde, acoge las experiencias vitales y las adapta a su forma. Y es que es más fácil pensar bien si se habla bien, porque el cuidado en el hablar repercute en el cuidado en el obrar.